"Hace unos días les contábamos cómo trataron a un padre de Reus en la escuela pública Joan Rebull, cuando pidió que le informaran en castellano de las actividades educativas de su hija. (...)
"Vean lo que pasó en un colegio de Reus hace unos días. Un padre recibió una llamada para avisarle de una reunión en el cole. Se trataba de explicar el funcionamiento de algunas clases que reciben los niños organizadas por el AMPA del centro.
Ahora este padre nos lo cuenta en 1ª persona. Lean y admírense:
“Yo soy ese padre
al que en la reunión convocada el pasado 28-05-2015 a las 20hs por la
organización AMPA dentro de las instalaciones del colegio Joan Rebull de
Reus -Tarragona- discriminaron y marginaron delante de su esposa, de su hija de 6 años y de otras madres y padres allí presentes.
Cuando los
organizadores de la exposición sobre cómo sería el próximo curso de la
asignatura Música (como actividad extraescolar dentro del colegio Joan
Rebull) iban a iniciar las explicaciones, mi esposa se acercó a uno de
ellos y le pidió que por favor lo hicieran en español pues yo no tengo conocimiento alguno de la lengua catalana.
Los expositores eran el sr. Antoni Colom (responsable de dicha
actividad), el sr. Marc Guerris y la sra. María Gloria. Los tres antes
mencionados, cuando mi esposa se sentó, iniciaron la sesión en catalán.
Mi esposa volvió a pedirles, ahora delante de todas las madres y padres
allí presentes, que por favor hablasen en español pues yo no entendía
nada de catalán. Nos miraron un momento a mi esposa y a mí en silencio
tras lo cual continuaron hablando en catalán.
Ante esto, les aseguro que me sentí despreciado y totalmente humillado
delante de todo el mundo y lo que es peor, delante de mi propia hija
allí presente. Les pedí yo mismo que por favor hablasen en español pues
no sé nada de catalán, y no porque no quiera aprenderlo sino porque
estoy imposibilitado de hacerlo y la mujer María Gloria algo me
respondió en catalán pero desconozco lo que me dijo.
Tras esto, me
levanté, me acerqué a ella y le mencioné: “Si Usted me respondió es
porque entendió lo que le dije, con lo cual eso quiere decir que Usted
sabe hablar español y si no lo hace no es porque lamentablemente no
puede sino porque no quiere.
En mi caso, si no hablo catalán no es
porque no quiero, sino porque no puedo”. Ella alzó la cabeza y me
respondió en catalán delante de todo el mundo. Como es lógico, yo no
entendí nada pero mi esposa, que no posee ninguna minusvalía, tiene algo
de conocimiento sobre la lengua catalana (le cuesta hablarla pero se
defiende) y entendió cómo la sra. María Gloria me había respondido algo así como “Si no le gusta márchese” o
“Si no le gusta puede marcharse” y luego dijo “feu el que volgueu” (con
una sonrisa de oreja a oreja y esto es la causa por la cual no me
olvido de estas últimas palabras … por esa sonrisa sobradora) que mi
esposa, luego fuera de las instalaciones de la escuela Joan Rebull, me
comentó que significa “haga lo que quiera”.
Lo que mas me sorprende es cómo
puede el AMPA contratar a personas con este despotismo arraigado en el
interior de sí mismos, para impartir clases didácticas a pequeñas niñas y
niños cuando en realidad no tienen ni la mas mínima vergüenza
de nada y con sonrisas de oreja a oreja discriminan a un padre con
expresiones marginales y radicales delante de su hija de 6 años. ¿Estos
son docentes?
El pasado 5 de Junio entregamos al AMPA un escrito sobre lo ocurrido
pidiendo una entrevista con la parte directiva de dicha organización.
Lo recogieron, me sellaron y firmaron una copia (…) Esperé y ayer, 11 de
Junio, llamaron a mi esposa para hacer hoy la reunión. (…) Quedaron en
que intentarían realizar la reunión (…) para lo cual se pondrán ellos en
contacto con nosotros.
Solo espero que el
AMPA sea neutral, que no se ponga a favor de nadie sino que proceda con
imparcialidad tomando las medidas oportunas, pues desde el 28 de Mayo
hasta el día de la fecha sigo sin tener conocimiento alguno de qué le enseñarán a mi hija, cómo lo harán o qué metodología emplearán, y no por causas de fuerza mayor sino por una
docente no querer hablarme en la única lengua que conozco, que es la
lengua española y que casualmente es la lengua oficial de todo este país.
Otra cosa que me
llamó mucho la atención es ver adheridos en ventanas y paredes del
despacho del AMPA dentro de las instalaciones del colegio Joan Rebull de
Reus (como así también en pasillos y hasta en la propia entrada al
colegio) una gran cantidad de carteles que dicen “Per un pais de tots.
L’escola en català” (después averigüé que significa “Por un país de
todos. La escuela en catalán”).
No entiendo cómo pueden aquí, no en el
tercer mundo sino aquí, en este país de cultura milenaria, haber
personas ejerciendo una política separatista en centros educativos a los que solo asisten menores de edad. ¿No se dan cuenta de cómo poquito a poco están adoctrinando a las niñas y niños de 6 años
que recién aprenden a leer, imponiéndoles con ese cartel en la entrada
al colegio que hay que tirar por la borda la educación de la cultura
española y solo aprender catalán si o si?
Yo vivo en Cataluña
y no quiero por nada del mundo que se desprecie las raíces culturales
de esta región, pero tampoco quiero que esta región desprecie en pleno
siglo XXI las raíces culturales de este país y sea capaz de
marginar a un padre por el mero hecho de sufrir una minusvalía que le
imposibilita estudiar y que solo pide hablar en español por temas
verdaderamente importantes como es la educación de su hija y
así poder acompañarla en su aprendizaje, pues esa es una de las labores
de un verdadero padre y actualmente se me está privando de ejercerla.
Desde ya, agradezco la intervención de todas y cada una de las personas sobre este tema
en sí, pues si entré en Dolça Catalunya fue gracias a mi esposa y poder
observar mediante este medio que no todo es tan radical en Cataluña,
sino que también hay gente que busca el máximo respeto entre las
diferentes culturas … eso es algo que me da fuerza y esperanza para
continuar.
En esa lamentable
reunión realizada por las tres personas antes mencionadas, solo la mujer
María Gloria mantuvo la postura mas radical. Los otros dos hombres, al
igual que el resto de madres y padres, se mantuvieron callados. Nadie quiso intervenir.
Silencio sepulcral ante las peticiones de mi esposa y las mías para
comprender lo que le enseñarán a nuestra hija, y las respuestas en
catalán de María Gloria en actitud radical separatista.
Nuevamente, gracias
por todo y otra vez menciono que lo que mas espero ahora es poder
contemplar a una Dirección del AMPA del colegio Joan Rebull de Reus
totalmente neutral y que proceda con imparcialidad. Todo esto lo sabré
la próxima semana”. (Dolça Catalunya, 14/06/2015)
"Vean lo que pasó en un colegio de Reus hace unos días. Un padre recibió una llamada para avisarle de una reunión en el cole. Se trataba de explicar el funcionamiento de algunas clases que reciben los niños organizadas por el AMPA del centro.
Él es argentino y además epiléptico,
con un grado de discapacidad que llega al 65%, lo que le complica en
gran medida la capacidad de concentración y seguimiento de muchas
explicaciones.
Comenzó la reunión con los profesores dando su explicación enteramente en catalán: ja
saben, lo important no és que tothom entengui com ajudar el seu fill,
sinó imposar la llengua.
El desconcertado padre se atrevió a decir que
no podía entenderles y les pidió por favor que -dadas sus dificultades-
hablasen en castellano.
¿Resultado? Los funcionarios no hicieron
caso, siguieron como si tal cosa y pasados unos minutos el padre volvió a
insistir. Remarcó que era primordial entender lo que se decía dada la
importancia que le daba a la educación de su hija. Pero los profesores se negaron en redondo.
Al final el padre decidió marcharse.
Cuando les dijo que se iba, los profesores contestaron en catalán: “feu
el que volgueu”. Sabían que el padre no les estaba entendiendo.
El hombre no comprende lo que pasa en las
escuelas de Cataluña y por qué no se actúa con un mínimo sentido común,
utilizando las lenguas como herramientas de comunicación entre las personas y no como barreras que la dificultan.
Desgraciadamente en Cataluña nos encontramos con demasiados casos como
este. Algunos radicales metidos a profesores anteponen sus obsesiones
lingüísticas nacionalistas a un mínimo trato ético –y humano- con las personas. Coses del nacionalisme." (Dolça Catalunya, 10/06/2015)
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