"(...) Recoge
el indefinido PSC en su web las palabras de Miquel Iceta del día 8 de
mayo, referidas a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la enseñanza
en Cataluña respecto al idioma: "Somos partidarios del actual modelo de inmersión
lingüística, ya que ha dado el resultado esperado: el dominio de las
dos lenguas por parte de los alumnos al terminar la educación
obligatoria ".
Esto
no es cierto pues el nivel de castellano es mucho más bajo, como
demostraron la Merced Vilarrubias y Sonia Sierra en un informe
presentado recientemente en la London School of Economics, donde
recogían que, a la interminable lucha que los dirigentes nacionalistas
hacen contra
la lengua castellana y la cultura que emana de ella, los exámenes
mediante los cuales la Generalitat evalúa el castellano son
significativamente más fáciles que los del resto de autonomías españolas
ya que sólo evalúan la comprensión lectora, olvidando las habilidades
de escucha y orales.
La
prueba más evidente de este fracaso impositivo es la vergüenza propia y
ajena que nos hizo sentir a todos los catalanes la nada acertada
intervención de la señora Marta Rovira, de Esquerra Republicana de
Cataluña, en el Congreso no sólo por el contenido sino especialmente por su nivel de iniciación de castellano para extranjeros.
Demuestran
con su informe las profesoras Vilarrubias y Sierra que la imposición
del catalán provoca que los castellanohablantes saquen peores notas que
los catalanohablantes, y que, cada vez, más padres como Artur Mas y José
Montilla huyan a escuelas privadas para evitar la inmersión
lingüística, este
eufemismo que esconde la estupidización mono lingüística del
pensamiento único nacionalista, ensalzado, entre otras entidades, por
Òmnium Cultural y su franquicia educativa Somos Escuela, el lema "por un
país de todos, la escuela en catalán" recuerda consignas y estéticas de agoreros tiempos pasados.
Iceta
ha afirmado también: "Creemos que un tema como la inmersión lingüística
y su aplicación en Cataluña debe ser una decisión política de los
gobiernos por la vía del acuerdo. Llamamos
a recuperar la relación política e institucional entre el Gobierno de
Cataluña y el de España para dar una salida política a un problema que
tiene difícil solución jurídica ".
Añade:
"Es un sistema que ha funcionado bien y que puede tener modificaciones,
pero en todo caso no se deben producir en base a sentencias sino sobre
la base de la colaboración y del diálogo entre gobiernos".
Mire
si es fácil, Sr.Iceta: y si en vez de utilizar la escuela con fines
político-ideológicas, la usáramos para crear ciudadanos críticos,
librepensadores, políglotas y con amplios conocimientos humanísticos y
científicos, ofreciendo libertad a las familias catalanas y no imposición?
La
inmersión no ha funcionado bien como usted afirma, al contrario, ha
generado división y encuentro, y además ha creado un grave problema
político porque no ha sido sino un método de inducción hacia la creencia
de ser un pueblo superior, que tiene una única lengua propia y que se merece un futuro mejor fuera de España.
Esta es la triste verdad, Sr. Iceta,
en la que su partido ha apoyado siempre, y creo que hay que recordarle
las sabias palabras de Ernest Hemingway cuando afirmaba que "no hay nada
de noble en ser superior al prójimo: la verdadera nobleza es ser
superior al tu yo anterior ".Jaume
Collboni, el alcaldable del PSC por Barcelona, también ha dejado
clara su defensa del actual sistema de inmersión obligatoria en catalán.
"Nosotros
estamos comprometidos con la inmersión lingüística, creemos que es una
garantía de cohesión social que garantiza además el conocimiento de las
dos lenguas que tenemos en la ciudad de Barcelona de forma predominante,
que son el catalán y el castellano, y somos muy críticos con el uso político que están haciendo algunos partidos de la derecha y algunas instituciones del Estado con este tema ".
La inmersión lingüística es garantía de cohesión social? Y lo tanto, Sr. Collboni,
lo hemos podido comprobar con la situación de la Escuela Pia Santa Anna
de Mataró ... como escribió el estoico Epicteto, la verdad triunfa por
sí misma mientras la mentira siempre necesita de complicidad.
Apostar por la inmersión, como hemos visto hasta ahora, es apostar, sin duda, por el "nuevo país", pero para usted, Sr. Collboni,
este nuevo país no sería una nación independiente sino un Estado
confederal, insolidario y satélite, que es aquello a lo que oscuramente
aspira el federalismo asimétrico del PSC.
Pero esta obsesión lingüística-patriótica no es privativa de los políticos. Este
viernes, uno de los novatxers del "Prusia" infinito, Francesc-Marc
Álvaro, escribía alocadamente el artículo 'Acto de guerra', en el
fuertemente subvencionado diario La Vanguardia, afirmando que "el
neocentralismo necesita romper la columna vertebral de la idioma para tratar de provocar el conflicto civil.
Animar a los padres a salir de la inmersión es exactamente eso. Implicar a los tribunales aún más. Es -soy preciso- un acto de guerra ". Hay discrepo del todo: es un acto de libertad, no de guerra; es, simplemente, la aplicación efectiva de los derechos inherentes que la democracia nos ha reconocido a la ciudadanía; es
hacer uso efectivo los padres de su derecho a elegir para sus hijos la
educación también en lengua materna, lo que es de lógica e indiscutible
aplicación en un Estado democrático y de derecho que propugna como
valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad ,
la justicia, la igualdad y el pluralismo político y donde la riqueza de
las distintas modalidades lingüísticas debe ser un patrimonio cultural
que será objeto de especial respeto y protección; y esto no lo digo yo sino nuestra Constitución de 1978, nuestra Ley de
Leyes, nuestra Ley Suprema, como todos ustedes ya se habrán dado
cuenta. (...)
En
Mataró, un grupo numeroso de gente se manifestaba miércoles ante la
Escuela Pia Santa Anna, manipulados por la xenófoba y totalitaria
Pancracio soberanista que convocaba a través de Som Escola, la
franquicia educativa del subvencionadíssim Òmnium Cultural, y con la
connivencia de la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) de Santa Ana. La concentración estaba encabezada por los concejales de CiU, ERC, ICV-EUiA y los representantes de la CUP en el municipio.
Todos
juntos hicieron un llamamiento a la desobediencia de la sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ordenaba a Santa Ana
impartir, como mínimo, un 25% de las clases en castellano en dos grupos
donde pertenecen dos niños cuyos padres fueron que pedir judicialmente la protección de los derechos educativos y lingüísticos de sus hijos.
Esta
presión, sin embargo, no se encontraba solo en la calle y contra los
padres, para hacerlos desistir de pedir su derecho de amparo en los
tribunales, sino que desde las redes sociales, Oriol Abelló, un conocido
activista de la entorno
convergente Mataró, llamaba a hacerle a los dos niños "el apartheid
como los negros" e increíblemente culpando a los padres de tan estulta
insensatez.
Toda
una situación, parece ser, de democracia pura, de manual de derecho
político, para los convocantes y aquellos que apoyaban, y toda una
situación de susto, vergüenza y de profunda preocupación para cualquier
persona cívica, demócrata y sensata. (...)" (Pau Guix, Crónica Global, 17 de mayo de 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario