10/6/15

La inmersión lingüística ha sido sino un método de inducción hacia la creencia de ser el catalán un pueblo superior, que tiene una única lengua propia

"(...) Recoge el indefinido PSC en su web las palabras de Miquel Iceta del día 8 de mayo, referidas a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la enseñanza en Cataluña respecto al idioma: "Somos partidarios del actual modelo de inmersión lingüística, ya que ha dado el resultado esperado: el dominio de las dos lenguas por parte de los alumnos al terminar la educación obligatoria ". 

 Esto no es cierto pues el nivel de castellano es mucho más bajo, como demostraron la Merced Vilarrubias y Sonia Sierra en un informe presentado recientemente en la London School of Economics, donde recogían que, a la interminable lucha que los dirigentes nacionalistas hacen contra la lengua castellana y la cultura que emana de ella, los exámenes mediante los cuales la Generalitat evalúa el castellano son significativamente más fáciles que los del resto de autonomías españolas ya que sólo evalúan la comprensión lectora, olvidando las habilidades de escucha y orales. 

 La prueba más evidente de este fracaso impositivo es la vergüenza propia y ajena que nos hizo sentir a todos los catalanes la nada acertada intervención de la señora Marta Rovira, de Esquerra Republicana de Cataluña, en el Congreso no sólo por el contenido sino especialmente por su nivel de iniciación de castellano para extranjeros.

 Demuestran con su informe las profesoras Vilarrubias y Sierra que la imposición del catalán provoca que los castellanohablantes saquen peores notas que los catalanohablantes, y que, cada vez, más padres como Artur Mas y José Montilla huyan a escuelas privadas para evitar la inmersión lingüística, este eufemismo que esconde la estupidización mono lingüística del pensamiento único nacionalista, ensalzado, entre otras entidades, por Òmnium Cultural y su franquicia educativa Somos Escuela, el lema "por un país de todos, la escuela en catalán" recuerda consignas y estéticas de agoreros tiempos pasados.

 Iceta ha afirmado también: "Creemos que un tema como la inmersión lingüística y su aplicación en Cataluña debe ser una decisión política de los gobiernos por la vía del acuerdo. Llamamos a recuperar la relación política e institucional entre el Gobierno de Cataluña y el de España para dar una salida política a un problema que tiene difícil solución jurídica ".

 Añade: "Es un sistema que ha funcionado bien y que puede tener modificaciones, pero en todo caso no se deben producir en base a sentencias sino sobre la base de la colaboración y del diálogo entre gobiernos". 

 Mire si es fácil, Sr.Iceta: y si en vez de utilizar la escuela con fines político-ideológicas, la usáramos para crear ciudadanos críticos, librepensadores, políglotas y con amplios conocimientos humanísticos y científicos, ofreciendo libertad a las familias catalanas y no imposición? 

 La inmersión no ha funcionado bien como usted afirma, al contrario, ha generado división y encuentro, y además ha creado un grave problema político porque no ha sido sino un método de inducción hacia la creencia de ser un pueblo superior, que tiene una única lengua propia y que se merece un futuro mejor fuera de España.  

Esta es la triste verdad, Sr. Iceta, en la que su partido ha apoyado siempre, y creo que hay que recordarle las sabias palabras de Ernest Hemingway cuando afirmaba que "no hay nada de noble en ser superior al prójimo: la verdadera nobleza es ser superior al tu yo anterior ".Jaume Collboni, el alcaldable del PSC por Barcelona, ​​también ha dejado clara su defensa del actual sistema de inmersión obligatoria en catalán. "Nosotros estamos comprometidos con la inmersión lingüística, creemos que es una garantía de cohesión social que garantiza además el conocimiento de las dos lenguas que tenemos en la ciudad de Barcelona de forma predominante, que son el catalán y el castellano, y somos muy críticos con el uso político que están haciendo algunos partidos de la derecha y algunas instituciones del Estado con este tema ". 

 La inmersión lingüística es garantía de cohesión social? Y lo tanto, Sr. Collboni, lo hemos podido comprobar con la situación de la Escuela Pia Santa Anna de Mataró ... como escribió el estoico Epicteto, la verdad triunfa por sí misma mientras la mentira siempre necesita de complicidad.  

Apostar por la inmersión, como hemos visto hasta ahora, es apostar, sin duda, por el "nuevo país", pero para usted, Sr. Collboni, este nuevo país no sería una nación independiente sino un Estado confederal, insolidario y satélite, que es aquello a lo que oscuramente aspira el federalismo asimétrico del PSC. 

 Pero esta obsesión lingüística-patriótica no es privativa de los políticos. Este viernes, uno de los novatxers del "Prusia" infinito, Francesc-Marc Álvaro, escribía alocadamente el artículo 'Acto de guerra', en el fuertemente subvencionado diario La Vanguardia, afirmando que "el neocentralismo necesita romper la columna vertebral de la idioma para tratar de provocar el conflicto civil.  

Animar a los padres a salir de la inmersión es exactamente eso. Implicar a los tribunales aún más. Es -soy preciso- un acto de guerra ". Hay discrepo del todo: es un acto de libertad, no de guerra; es, simplemente, la aplicación efectiva de los derechos inherentes que la democracia nos ha reconocido a la ciudadanía; es hacer uso efectivo los padres de su derecho a elegir para sus hijos la educación también en lengua materna, lo que es de lógica e indiscutible aplicación en un Estado democrático y de derecho que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad , la justicia, la igualdad y el pluralismo político y donde la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas debe ser un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección; y esto no lo digo yo sino nuestra Constitución de 1978, nuestra Ley de Leyes, nuestra Ley Suprema, como todos ustedes ya se habrán dado cuenta. (...)

En Mataró, un grupo numeroso de gente se manifestaba miércoles ante la Escuela Pia Santa Anna, manipulados por la xenófoba y totalitaria Pancracio soberanista que convocaba a través de Som Escola, la franquicia educativa del subvencionadíssim Òmnium Cultural, y con la connivencia de la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) de Santa Ana. La concentración estaba encabezada por los concejales de CiU, ERC, ICV-EUiA y los representantes de la CUP en el municipio.  

Todos juntos hicieron un llamamiento a la desobediencia de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que ordenaba a Santa Ana impartir, como mínimo, un 25% de las clases en castellano en dos grupos donde pertenecen dos niños cuyos padres fueron que pedir judicialmente la protección de los derechos educativos y lingüísticos de sus hijos.  

Esta presión, sin embargo, no se encontraba solo en la calle y contra los padres, para hacerlos desistir de pedir su derecho de amparo en los tribunales, sino que desde las redes sociales, Oriol Abelló, un conocido activista de la entorno convergente Mataró, llamaba a hacerle a los dos niños "el apartheid como los negros" e increíblemente culpando a los padres de tan estulta insensatez. 

 Toda una situación, parece ser, de democracia pura, de manual de derecho político, para los convocantes y aquellos que apoyaban, y toda una situación de susto, vergüenza y de profunda preocupación para cualquier persona cívica, demócrata y sensata. (...)"      (Pau Guix, Crónica Global, 17 de mayo de 2015)

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