"(...) ¿Cómo explica la alianza, casi simbiótica, de la izquierda radical y los nacionalismos periféricos en España?
La izquierda española, tanto la
socialdemócrata como la más radical, nunca ha tenido una idea clara de
España. La izquierda no ha tenido a su Menéndez Pelayo. No ha habido en la izquierda ninguna preocupación por la nación. Ninguna. El PSOE, por ejemplo, pone la clase social por delante de la nación.
Por otra parte, el proceso de nacionalización española es muy desigual
y, de hecho, hasta la Guerra Civil se trata de un proceso muy débil.
Hay debilidad del Estado, de la escuela, de la enseñanza, etc. No se
difunde un mensaje unitario a través del Estado y de la escuela, entre
otras cosas, porque no hay dinero.
De este modo, las instituciones
socializadoras son la Iglesia (que en algunas regiones como en Cataluña o
el País Vasco está más a favor de los nacionalismos autóctonos que de
la nación española) o el Ejército, que no puede hacer demasiado porque
tampoco había entonces servicio militar obligatorio.
Además, la izquierda y la extrema izquierda española creen, siguiendo a Lenin, que los nacionalismos favorecen la subversión, ya que una forma de acabar con el Estado es fragmentándolo." (Entrevista a Pedro Carlos González Cuevas en La Tribuna del Pais Vasco, en Somatemps, 14/04/2015)
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