14/4/15

El País “pide disculpas” por el crucigrama que decía que “xarnego” era “peor que un perro”


"(...) En el diario del 25 de marzo este crucigrama incluía la siguiente definición de una palabra a adivinar por los lectores: A València és un gos caçador; aquí una cosa molt pitjor. ‘En Valencia es un perro cazador, aquí [es decir, en Cataluña] una cosa mucho peor’. La respuesta no era otra que xarnego.

Una definición que se prestaba a malentendidos como de hecho ocurrió. Un blog político la incluyó de inmediato interpretándola a su modo: ‘Un crucigrama de EL PAÍS dice que un xarnego es peor que un perro cazador’, decía. Y ligaba la supuesta intención ofensiva de la definición a la ideología del firmante del crucigrama, Pau Vidal, autor de El bilingüismo mata, un libro donde aboga por una Cataluña monolingüe, en catalán.

La polémica, basada en esa interpretación, se extendió por Internet y llegó hasta el buzón de correo de esta Defensora. Lectores que no habían reparado inicialmente en el crucigrama enviaron mensajes indignados al periódico. Uno de ellos, Fernando Calpena, no dudó en despedirse con este correo:

 “Estimados señores, vista la colaboración del señor Pau Vidal con EL PAÍS y sus intolerables referencias a los xarnegos les comunico que desde hoy dejo de comprar su periódico. Lástima, tendré que buscar el Babelia en la Casa de Cultura”.

Otras reacciones han sido menos fulminantes, pero no menos condenatorias. Fernando García me escribió para quejarse del uso del término charnego, “con el que se ha caracterizado tradicionalmente desde algunos ámbitos nacionalistas a los inmigrantes castellanohablantes en Cataluña”.

 Y lamentaba su inclusión en un crucigrama del periódico: “No parece este concepto claramente xenófobo y despectivo el más indicado para jugar a los dobles sentidos, y entiendo que no favorece en nada a la credibilidad del diario que hasta una sección tan inocua como la de pasatiempos pueda verse de este modo mediatizada por la ideología del autor”.

Xavier Canalis, de Vilanova i la Geltrú, escribió para preguntar si era cierta la mención al término charnego en EL PAÍS que circulaba por Internet y que le había puesto, decía, “los pelos de punta”. En su correo recordaba que esta palabra, “en la Comunidad Valenciana se usa efectivamente para referirse a perros de caza, pero en Cataluña es utilizada como término despectivo para referirse a hijos de emigrantes, o de parejas mixtas y/o a catalanes que tienen el castellano como primera lengua”.  (...)

Vidal añade un correo a modo de postdata; “¿Cómo iba a querer ofender yo a los xarnegos cuando soy uno de ellos? Mi segundo apellido, Gavilán, es de Jaén. Es más, yo mismo, antaño, fui insultado con ese epíteto”. (...)"        

Entiendo que Vidal sólo pretendía confeccionar un crucigrama interesante. Pero el poder negativo de los insultos se basa en la aceptación que tengan como tales. La mención al término charnego en su crucigrama como un insulto puede contribuir inadvertidamente a reforzarlo más que a combatirlo.

 Me surge además la duda de si, al asumir sin más que charnego ‘es una cosa mucho peor’ en Cataluña porque es un insulto, el autor del crucigrama no interioriza el prejuicio de quienes han decidido que lo sea."       (El País 12 ABR 2015)


"¿Se acuerdan del crucigrama? Resulta que a raíz de nuestra entrada a El País le llovieron decenas de quejas, y el defensor del lector no ha tenido más remedio que intervenir.

Pau Vidal Gavilán (si us plau, passi pel catalanitzador de cognoms), el filólogo que pedía “Goma-2″ para la N-II por no rotular en catalán, y que acaba de publicar un pacífico libro titulado El bilingüisme mata, también hace los crucigramas de El País. Y se le ocurrió colar esto: “A València és un gos caçador; aquí una cosa molt pitjorLa cosa era “xarnego”, o catalán hijo de padres “espanyols”.

Francesc Valls, subdirector de El País, se ha excusado: “en momentos de polarización política, lo más adecuado es rehuir de todo lo que alguien pueda interpretar como un insulto fácil, por lo que pido disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos“. El defensor del lector también admite que “su redacción podía dar lugar a equívocos”.  (...)

–  Y la traca final: “¿Cómo iba a querer ofender yo a los xarnegos cuando soy uno de ellos? Mi segundo apellido, Gavilán, es de Jaén”Pregúntele a Freud o a Scheler qué conduce a un hijo de andaluz a odiar la lengua de su padre, y se lo explicarán. Se llama resentimiento, o algo peor. Vostè sabrà.

Sr. Francesc Valls, subdirector de El País: de debò creu que El País s’enriqueix amb una persona que diu les coses que diu en Vidal? Creu que això contribueix a la convivència i la dignitat? ¿Le sorprende que continúe la irritación de tantos lectores?
Felicitats, dolços. Especialmente a quienes manifestasteis a El País vuestra tristeza por acoger insultos xenófobos en sus páginas. Aquest és el camí."          (Dolça Catalunya, 14/04/2015)

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