"El balance de 2014 de Artur Mas es materia sustantiva de los periódicos.
En Madrid es patente la irritación y el hartazgo que genera el
personaje. En Barcelona se mantienen las formas, pero comienza a cundir
el desánimo. Se constata que la burbuja se deshincha, que la fatiga
mental hace mella en los líderes del proceso y en los que empujan el
ariete.
Entre tanto, el presidente de la Generalidad se regodea con sus
logros, glosa el 9N como una batalla épica librada contra "la maquinaria
del Estado". Mas alucina y lo flipa. De su comportamiento y de su
discurso diríase que está a punto de invadir Rusia. (...)
La desconexión con la realidad es un síntoma del presente, de las
cartas a los reyes magos, los buenos deseos y las ganas de dejar de
fumar. Mas sopla la gaita y traspasa el peso de la responsabilidad a
Oriol Junqueras mientras Carme Forcadell, la presidenta de la ANC, no
puede disimular su enojo.
La independencia está a un paso, el que separa
a Junqueras de su propia inmolación. Que todo esto no tiene ninguna
gracia le parece así ya hasta a Pilar Rahola, biógrafa
de Mas, musa de la patria nueva, instrumento de viento en el Consejo
para la Transición catalana y columnista de referencia en La Vanguardia.
Doña Pilar se sube por las paredes y enseña la zapatilla a Artur y a
Oriol. Ahí va la lectura de la cartilla: "Se acaba el año de la épica y
podría empezar el del desconcierto. O del desencanto, después de tanto
encantamiento patriótico-festivo, a tenor de los desamores de estos
días.
Porque es evidente que el 2014 acaba con la ciudadanía –al menos
la mayoría que está por el proceso– sin saber qué ha pasado y qué depara
el año nuevo. Todo parecía sólido después del exitoso 9N y, sobre todo,
encarrilado, pero de golpe, zas, les dio a estos dos, a Mas y a
Junqueras, por bailar el baile del ganso, y perdidos en sus vaivenes
político-sentimentales, dejaron perdido a todo el mundo.
Si algo se
palpa en el ambiente es desánimo, un desánimo que nadie sabe de dónde
viene, pero que viene tan fuerte que podría cargarse el invento. Y
mientras la gente pregunta y nos pregunta qué puñetas pasa, los dos
líderes que ejercen el liderazgo deambulan por caminos sinuosos, cuyo
relato es incomprensible.
De tanta reflexión sesuda, tanta estrategia de
vuelo corto y tanto tactismo, se han vuelto crípticos o, peor aún,
indescifrables. “Un acertijo envuelto en un misterio dentro de un
enigma”, parafraseando a Churchill, aunque esta vez no se trata de la
gran Rusia, sino de la pequeña patria lemosina. Sea como sea, nadie
entiende lo que está ocurriendo, excepto que ambos partidos y líderes
tienen razones muy sesudas para no llegar a un acuerdo solvente".
Como esto siga así, con Mas y Junqueras haciendo el "ganso" y
cargándose el "invento" (qué bien se le entiende a Rahola cuando se pone
literal), se va a quedar la columnista sin la consejería de Bienestar
Social a la que aspira en dura competencia pero buena lid con Teresa
Forcades, la religiosa benedictina.
Lo más divertido del mensaje a la nación catalana de Artur Mas es que
presumió de la lucha contra la corrupcíón. ¡En el año que confesó
Pujol! El "president"... tiene la sede de su partido embargada, a la
mitad de sus cuadros imputados, empurados o investigados, a sus padrinos
políticos (Pujol, Prenafeta y Alavedra) en la cuerda floja judicial, y
habla de corrupción como si la Generalidad y Convergència fueran
adelantados y pioneros en el combate contra la lacra del tres por ciento
(era más, pero es inútil forcejear contra la costumbre) y los primeros
en volverse transparentes. Pasapalabra. (...)" (Pablo Planas, Crónica Global, Miércoles, 31 de diciembre de 2014)
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