"Decía alguien que no hay mejor manera para comenzar a explicar las balanzas fiscales que con un poco de filosofía. (...)
Vaya por delante, no pretende este post esclarecer todos los
subterfugios de la discusión. Ni siquiera entraremos en el debate sobre
cuál es el mejor método para calcular las balanzas. (...)
Nuestro objetivo es mucho más humilde. La pregunta es conocida, por
repetida, no por bien respondida. ¿Qué transferencias autonómicas son
grandes y cuáles son pequeñas? Como “lo grande y lo pequeño son
necesariamente categorías relativas”, es difícil sacar conclusiones sin
un punto de referencia. Así que hemos intentado encontrar alguno.
Para que no se nos acuse de estar a sueldo de nadie, hemos decidido
aplicar un principio del comunismo libertario, donde los empleados – por
definición – no existen. “De cada uno según su capacidad y a cada uno
según su necesidad”, o lo que es lo mismo, que las comunidades autónomas
aporten por PIB y reciban por población.
Además de evitar asociaciones
peligrosas, este método para calcular el “benchmark” de las balanzas
tiene la ventaja de respetar el orden relativo antes y después de las
transferencias, a lo que se suele referir con la cacofónica palabra
“ordinalidad”.
Aquí van los cálculos, asumiendo el déficit neutralizado:
Fuente: Informe de las Cuentas Públicas Territorializadas, MinHAP (2014)
La tabla[1]
muestra el porcentaje de PIB regional que cada comunidad autónoma
tendría que tener de déficit (-) o de superávit (+) según dos cálculos,
el realizado por Ángel de la Fuente y su equipo, y el cálculo que hemos
llamado “comunista libertario”. Con esta comparación, y su resultado (en
la columna derecha), únicamente queríamos tener una idea de las
implicaciones que tendría la aplicación de nuestro método. Bueno, y
generar un poquito de debate también.
Según nuestro análisis, las comunidades con concierto (País Vasco y
Navarra) deberían aportar un 9% y un 7% de su PIB (aunque hoy en día son
receptoras netas del resto de comunidades autónomas), mientras que
Extremadura debería recibir transferencias e inversiones de las demás
comunidades por valor de un 15.5% de su PIB, menos de lo que recibe
actualmente.
Andalucía sería la región más infra-financiada, recibiendo 6
puntos de PIB menos que en el ideal de referencia. Cataluña y Madrid se
quedarían más o menos como están. A otros como Aragón, Asturias o
Castilla y León les tocaría aportar bastante más.
Hemos evitado hablar de balanzas justas e injustas. Ahora, no
escondemos que sí hay un “juicio de valor” en nuestro cálculo: el
comunista libertario de la solidaridad. Por supuesto, este principio
lleva implícito que se quiere compartir “demos”. Sin voluntad de
compartir no hay comunidad, y sin comunidad, no hay balanza fiscal.
[1]
En esta tabla el déficit del Estado (4.5% del PIB estatal en el año en
cuestión, 2011) se ha repartido per cápita entre las comunidades
autónomas para obtener las balanzas neutralizadas."
,
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