8/10/14

¿Por qué forzar la división cuando no existe ninguna imperante necesidad de hacerlo?

"(...) Lo que pretenden el Scottish National Party (Partido Nacional Escocés) y su carismático dirigente Alex Salmond, en un intento de minimizar ese riesgo, es que una Escocia independiente conserve la libra esterlina. 

Pero todos los políticos ingleses coinciden en que eso no lo permitirían, lo cual indudablemente generaría incertidumbre económica en Escocia, que además no tiene ninguna garantía de ser admitida rápidamente en la Unión Europea en caso de que se independice.

 Mi padre, siempre con un ojo escéptico (y muy escocés) puesto en los posibles farsantes, hubiera detectado una nota discordante no solo en la insistencia de los nacionalistas en conservar la libra, sino también en la de mantener el vínculo soberano con la Reina de Inglaterra.

 Resulta que quienes apuestan por la independencia quieren que Isabel II siga apareciendo en los billetes escoceses y que pase las vacaciones en su castillo de Balmoral. Y encima se indignan cuando el Gobierno de Londres les advierte de que en caso de que se fueran se impondrán controles migratorios en la frontera.

Pero al final los argumentos determinantes son los emocionales, como los hubieran sido para mi padre y lo son para mí y para la mayoría de los escoceses. Lo que me cuesta entender es, si uno ya se siente plenamente escocés, ¿por qué no disfrutar del bonus, que viene incluido gratis, de ser también británico, de poder sentir como suya la grandeza histórica de Londres, de Shakespeare, del Imperio Británico que tanto contribuyeron los escoceses a construir, además de compartir con orgullo la herencia de William Wallace y de los hombres que inventaron el teléfono y la televisión? La unión de Gran Bretaña ofrece dos nacionalidades por el precio de una. 

¿Por qué forzar la división cuando no existe ninguna imperante necesidad de hacerlo?

Así hubiera pensando mi padre, que detestaba a un individuo inglés llamado Churchill, pero no por ser inglés; que se ofreció como voluntario para luchar en la fuerza aérea al día siguiente del comienzo de la II Guerra Mundial para defender la libertad no solo de los escoceses, sino, por igual, la de los ingleses y, ya que estamos, de Europa y del mundo entero, sin reparar en mezquinas reflexiones nacionalistas."             ( , El País, 14 SEP 2014)

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