La objeción más profunda que puede hacerse al programa independentista es su deliberada fabricación de extranjeros

"Este artículo de Fernando Caballero, sutil y bien orientado como son los suyos, reprocha a la diputada de C's, Inés Arrimadas, que hable de fractura social sin definir el sintagma. Como él tampoco se anima lo haré yo. 

Y lo haré relacionándolo con la objeción más profunda que puede hacerse al programa independentista, esto es, su deliberada fabricación de extranjeros. No creo que haya un solo independentista de aspecto e inteligencia normales que pueda sentirse (para decirlo en su verba siempre sentimental) extranjero en Cataluña.

 De ahí que el planteamiento de una secesión sea concienzudamente inmoral cuando no parte de una extranjería previa constatable. La extranjería, la fractura social, que el franquismo creó. 

La que la independencia crearía. Cuando hoy se habla de fractura social lo que se hace, en realidad, es proyectar en el presente esa posibilidad: todo discurso político no es más que una escenificación del futuro."             (Arcadi Espada, 20/03/2014)