Los terroristas liberados tras el fin de la aplicación retroactiva de la
'doctrina Parot' posan el pasado sábado en Durango. / claudio álvarez
"Al principio parece que esa foto podría perjudicar la imagen de paz
que la peña que se ha reunido pretende ofrecer a la ciudadanía.
Pero no. Todo está calculado, si se atiende al gesto severo y
amenazador con el que nos la echan a la nuca. Entre todos suman más de
300 muertos. Y el gesto está ahí, para que no se nos olvide quiénes son y
a qué se dedicaban.
Ahora se dedican a la paz. Pero que nadie se confunda, porque paz no
quiere decir perdón ni quiere decir piedad. Lo que se hizo se hizo,
porque había que hacerlo. Por la patria y, ahora, por el derecho a
decidir. (...)
Yo no me siento amenazado por los jueces, ni por las leyes. Pero sí
por esas miradas que nos quieren clavar a todos en la nuca. No están
arrepentidos. Están en paz consigo mismos, que siempre lo han estado, y
con los demás, porque han cumplido sus condenas.
Y ahora se han empeñado
en la hermosa tarea de traernos la paz a todos. Franco perpetraba la
paz con un gesto parecido, aunque se hacía acompañar por curas vestidos
de gala. Algunos de estos iban para curas, pero les gusta más
disfrazarse de leñadores y cortarse el pelo a mordiscos.
El portavoz fue Kubati, ya saben, el de Yoyes. Mató a su colega
porque había decidido ir a la paz por libre. ¿Influirá en su gesto la
preocupación por que haya alguien que, como él entonces, considere que
pide la paz a destiempo?
Vamos a arreglarlo con un truco fácil, de fotógrafa de grupo japonesa que quiere sonrisas.
Fotógrafa: “A ver, chicos, todos a la vez: nu-ca, nu-ca”. (
Jorge M. Reverte
, El País, 9 ENE 2014 )
"Hacia finales de los ochenta o por ahí se habló mucho en el País Vasco
de “la foto”, en referencia a la que se harían los miembros más
conocidos de ETA tras anunciar su disolución (y quitarse las capuchas,
puño en alto).
Sería su último gesto triunfal, consentido por la
democracia. La foto del pasado sábado en Durango no tiene nada de
triunfal: es la de unos derrotados con aspecto entre patibulario y
triste que seguramente sienten que han perdido media vida y cuyas
justificaciones, que antes encontraban irrefutables, ya no les convencen
ni a ellos mismos. (...)
Desde hace más de 30 años la idea de triunfo ha estado asociada en el
mundo de ETA a la de negociación. En su anterior declaración, en junio
pasado, el colectivo de presos aún la reclamaba a los Gobiernos de
España y Francia: negociación de las consecuencias del conflicto que
abriera paso a otra entre partidos sobre sus causas.
Lo importante no
era el contenido sino la negociación misma: que dos Estados de la UE
aceptaran negociar con ellos su retirada significaba un reconocimiento
de que había habido motivos para la violencia. La batalla por la memoria
que quede de ETA se libra en torno a la negociación.
Pero la referencia
a ella ha desaparecido de los comunicados recientes de presos y
excarcelados. Al aceptar someterse a la legalidad para acceder a
beneficios penitenciarios, se está reconociendo que la vía de la
negociación está cegada.(...)
No habrá foto triunfal, pero la disolución definitiva e incondicional
crearía las condiciones para que la opinión pública considere que ni
siquiera los asesinos de ETA merecen pasarse el resto de sus vidas en la
cárcel.
Y sin que se abra paso ese sentimiento en la población, ningún
Gobierno cambiará la política penitenciaria, ni, en particular, las
condiciones de acceso a procesos individuales de reinserción." (PATXO UNZUETA, EL PAIS 11/01/14, en Fundacion para la Libertad)
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