"(...) Surge ahora la iniciativa del actual Gobierno Vasco de incluir a las
víctimas de abusos policiales en el programa, y nuestra Fundación quiere
exponer su opinión al respecto.
Estamos de acuerdo en que hay que reconocer y reparar las injusticias
padecidas por dichas víctimas, en el sentido ya aprobado por el
Parlamento Vasco por amplísima mayoría, y su traslación al Decreto
aprobado en la legislatura anterior. Pero dicho reconocimiento hay que
hacerlo sin ningún tipo de equiparación de las causas que produjeron su
victimación.
Porque, si bien el sufrimiento injustamente padecido las
iguala, es totalmente inaceptable que se puedan equiparar las causas que
lo motivaron. Porque es totalmente diferente el objetivo político de
ETA, destruir el Estado de Derecho e imponer un proyecto totalitario y
excluyente, que la muerte en un control de carreteras o los abusos en
una comisaría por parte de funcionarios públicos en el ejercicio
ilegítimo de sus funciones.
Estas conductas son absolutamente
rechazables por supuesto, pero están desprovistas de objetivo político.
Las únicas víctimas de motivación política son las victimas el
terrorismo.
Todo el mundo puede entender que a las víctimas del holocausto no hay
que mezclarlas con las víctimas de los bombardeos indiscriminados de la
aviación aliada en la Segunda Guerra Mundial. Todas víctimas, pero las
causas de su victimación son totalmente distintas. Y esa es nuestra
exigencia. Que se reconozcan y reparen las injusticias pero que no se
mezclen en absoluto las causas de la victimación.
Y lo decimos porque vemos con claridad cómo la estrategia del mundo de
Batasuna es tratar de diluir su responsabilidad en el horror que
apoyaron y el terror que generaron a través del relato de la existencia
de un conflicto que genera víctimas de las partes enfrentadas.
Aquí no
ha habido un enfrentamiento entre dos bandos fruto de un conflicto. Lo
que hemos padecido es un intento de destruir al Estado de Derecho
mediante el terror. Y no por la existencia de un conflicto, sino como
fruto de una decisión personal y libre de quienes trataron de imponer un
proyecto totalitario sobre la sangre inocente de las víctimas.
La
inmensa mayoría de la sociedad vasca no lo hizo y luchó, primero contra
la dictadura y después contra ETA, con la movilización contra el
franquismo y apoyando al Estado de Derecho en la democracia. Y un
ejemplo clarísimo de ello ha sido la actitud de las víctimas del
terrorismo, desechando la venganza y apoyándose siempre en el Estado de
Derecho. (...)
En el borrador del Plan de Paz y Convivencia que se nos presentó, vimos
con preocupación que no quedaba clara la deslegitimación del terrorismo y
se buscaba, en nuestra opinión, una equidistancia que rechazamos. Y, al
enmarcarse esta decisión en el contenido del Plan, nuestra preocupación
aumenta, máxime cuando escuchamos que serán los colegios los que
escogerán qué víctimas van a las aulas.
Consideramos que esto no es
aceptable. No puede haber una selección de víctimas por según qué
colegios porque no respondería al objetivo del programa. La posibilidad
de que determinados centros pudieran rechazar la presencia en las aulas
de las víctimas del terrorismo y que, por el contrario, decidieran
seleccionar únicamente a las víctimas de otras vulneraciones de
derechos, provocaría que pudiera trasladarse una visión sesgada e
incompleta de lo que ha sucedido en los últimos años. (...)" (Víctimas del terrorismo y víctimas de abusos policiales, Fundación Fernando Buesa, Euskadi Información Global, 15/11/2013)
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