"¡Que se vayan!”... Esta frase la he oído y la oigo una y otra vez entre los españoles
de fuera de Cataluña y, especialmente, entre la gente más joven : “¡Que
se vayan!”. Sí, “¡que se vayan!”. Que salgan de la nación española.
El amenazante referendo de independencia de Cataluña para formar un
Estado independiente dentro de la Unión Europea (algo perfectamente
imposible, y los nacionalistas lo saben) podría convertirse en un referendo de expulsión por el resto de los españoles votado con todas las garantías legales. (...)
Expulsion de Cataluña de “esta España mía, de esta España tuya, de esta
España nuestra”. ¿Cómo hemos llegado a este extremo de desafección entre
integrantes de una Comunidad Autónoma que han formado parte importante
de la historia de España, (...)
Han sido más de 30 años de intoxicación nacionalista (Som una nació, en los textos escolares), años de humillaciones y vejaciones al españolito
de a pie y a todo lo español, desde la escuela hasta las instituciones
culturales y políticas, pasando por el control absoluto de los medios
de comunicación, la compra de voluntades y el latrocinio compartido
de políticos, bancos, entidades y demás familia (Banca catalana, caso Palacio de la Música, Fèlix Millet, el 3%, etc.) con objeto de controlar Cataluña política y económicamente, dicen que por 200 familias burguesas.
Por otro lado, el hastío del continuo victimismo (“España nos roba”) la situación de partido bisagra de CiU y el permanente chantaje a los gobiernos del PSOE y del PP,
la continua amenaza de “si no me das lo que pido me independizo” ha
hecho que muchos españoles se planteen seriamente el “¡que se vayan!”. (...)
Una estrategia que ha llegado a su final. La Constitución de 1978 no
permite más diferencias. Así que: “¡que se vayan!”. Y esto lo repite la
gente más joven y mejor preparada de España. “Sin pacto fiscal, el
camino está abierto a la libertad”, ha dicho el presidente autonómico,
Artur Mas (CiU). Es decir, que el señor Mas se somete a las leyes y al
Gobierno si este violenta la Constitución.
El órdago no puede ser mas explícito: ‘Se cambia libertad catalana
por euros’, podría ser su pancarta. ‘Hispanobonos si, hispanohablantes,
no’, podría ser otra. (...)
Sorprende la ausencia de Mas en la manifestación independentista del
11S, aunque presente “con su alma”. Su cuerpo no pudo estar presente,
por si a caso. Verdadero caso de estudio de separación de cuerpo y alma.
La rebelión está tipificada en el código penal, y es el cuerpo el que
va a la cárcel, el cuerpo con el alma, y es el cuerpo con el alma el que
se inhabilita para cargo público amén de las consecuencias
imprevisibles que genere.
Una vez más, la estrategia de la presión al Gobierno. Pues, “¡que se vayan!”. Y que se vayan
sabiendo y calibrando bien todas las consecuencias: salida del euro y
de la Unión Europea, pérdida del mercado económico español, etc.
Que no engañen al personal prometiendo el paraíso tras la declaración de independencia de forma unilateral.
Que repasen la historia reciente de Cataluña porque desgraciadamente no
aprendemos, y podría ocurrir que volviesen a huir los independentistas
por las alcantarillas.
La estrategia de me voy de España (“que me voy, que me voy, pero
nunca te quieres marchar”, como la canción) ya no da más de sí. “¡Que se
vayan!”. Los castellanohablantes y catalanohablantes no
independentistas que nos sentimos tan catalanes como españoles quizá
exijamos constituirnos en otra nacioncilla independiente dentro
de la nueva Cataluña, en este país virtual, utilizando la misma
medicina de “una lengua, una nación” o podríamos optar por conservar la
nacionalidad española dentro de la hipotética Cataluña independiente, más de la mitad de la población catalana ubicada precisamente en las grandes poblaciones.
Todo esto pertenece a lo virtual. Lo real, lo auténticamente real,
es el desbarajuste económico y social, amén del enfrentamiento
entre españoles al que nos ha conducido en Cataluña un
nacionalismo identitario, con base económica, que no conoce límites a su
ambición de poder." (lavozdebarcelona.com, 16/09/2012)
3 comentarios:
Ya estamos tardando FUEEEEEEEEERA.
Que se vayan por favor , en el fondo nos van a hacer un favor , especialmente a los madrileños.
Las razones de mis palabras las debe suponer cualquier persona que sepa un minimo de economia.
Que se vayan a la mierda que chupan to do del resto de España, Si se van la industria favorizara a otros pueblos de España que no lloran tango Como ellos asi podran cortar las exportaciones un %90 y se podra au enter la capacidad (por ejemplo) del Puerto de Valencia
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