"En uno de los momentos mas surrealistas de esta crisis, se produjo,
durante una teleconferencia de la revista Foreign Affairs en la capital
estadounidense, un intercambio de ideas sobre la secesión de Catalunya
del estado español. Participaba Robert Rubin, ex secretario del Tesoro
de Bill Clinton y ex presidente de Goldman Sachs, uno de los tres
mosqueteros de la crisis global hace dos décadas, ahora, a los 74 años,
menos valorado tras conocer su complicidad en la manipulación financiera
del gran banco “calamar vampiro” de inversiones.
Otros participantes
eran Fred Bergsten, el veterano defensor del dólar barato del Peterson
Institute, y Sebastian Mallaby, euroescéptico británico del Consejo de
relaciones extranjeros
“Was the question about the
secesión of Catalonia?” (“Nos han preguntado por el impacto de la
secesión de Catalunya) preguntó Rubin tras una pregunta telefónica de un
compañero de Catalunya Radio.
El moderador del debate de Foreign
Affairs le ofreció al ex secretario la opción de contestar genéricamente
sobre la posibilidad de que la crisis europea desatase fuerzas
centrifúgales en los viejos estados naciones europeos.
Pero Rubin
insisistió en responder sobre Catalunya sin que quedase muy claro si
sabía donde estaba: “I’d say a Catalonian (sic) secesión would be
noticeable (“Yo diría que el impacto de una secesión catalana no pasaría
desapercibido”), dijo con el understatement irónico del judío
neoyorquino, utilizando un termino algo gris (noticeable) para dar a
entender que el impacto sería algo así como una bomba atómica. (...)
Curiosamente Fred Bergsten , veterano defensor de la unión monetaría
entendió instintivamente la verdadera dinámica que destruye y
reconstruye el estado en Europa en estos momentos. “La secesión de
Catalunya sería un paso político enorme y un indicio de que Europa se
estuviera cayendo a pedazos; este peligro de desintegración tendría
implicaciones gigantescas porque recordaría el bad, old Europe
que una vez amenazó la paz no solo del Europa sino del mundo”, dijo .
Y
continuó: ” De modo que los lideres europeos no lo podrán permitir ;
reforzaría su empeño para hacer lo necesario para que este edificio se
mantenga íntegramente en pie mediante la creación nuevas instituciones
europeas y la ampliación del fondo de rescate”, dijo.
Dicho de
otro modo, cuanto más las fuerzas centrifúgales de protesta amenazan los
estados naciones existentes, mas se tendrá que acelerar la
transferencia de soberanía a Bruselas y Fráncfort. “No creo que
Catalunya vaya a dar la espalda a Bruselas y Fráncfort si es de donde
van a conseguir el dinero para mantener sus pensiones y protección
social”, añadió Bergsten.
Rubin y Bergsten seguramente no se han
fijado en que algunos en EE.UU. quieren secesión también. Me ha
comentando mi amigo Thomas Naylor del grupo secesionista del estado de
Vermont, Second Vermont republic que hoy viernes se leerá el llamado Manifiesto de Montpelier delante del sede de gobierno de Vermont.
El manifiesto ha aparecido en 6.500 paginas web en EE.UU. Es una
defensa de la pequeña nación económicamente independiente y un ataque
apasionado contra la tiranía de los grandes superestados. Arremete
contra “un gobierno demasiado grande, demasiado centralizado , demasiado
injusto, demasiado poderoso, demasiado intrusivo, demasiado negligente
ante las necesidades de los ciudadanos individuales y las comunidades
pequeñas”.
Se refiere al super estado de Estados Unidos pero valdría aún
mas para un nuevo súper estado en ciernes que ni tan siquiera cuenta
con los checks and balances de EE.UU. Es el nuevo estado europeo." (Rebelión, 15/09/2012, Andy Robinson, La Vanguardia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario