18/7/12

La Generalidad rebaja el nivel de las pruebas de español para argumentar que la inmersión no es perjudicial

"Muchas son las voces que en los últimos años han denunciado que la Consejería de Enseñanza de la Generalidad diseña pruebas de evaluación del nivel de castellano de los escolares más fáciles que las de catalán con el objetivo de elevar artificialmente los resultados de conocimiento de esa lengua, y así argumentar que el sistema ilegal de inmersión lingüística obligatoria exclusivamente en catalán no es perjudicial para el conocimiento del español.

Convivencia Cívica Catalana (CCC) ha realizado un informe, al que ha tenido acceso LA VOZ DE BARCELONA, que confirma estas sospechas. El estudio ha analizado las pruebas de evaluación de competencias básicas de Primaria y los exámenes de Selectividad desde 2009 hasta la actualidad, y concluye que existe una ‘repetida actitud de confeccionar pruebas de lengua española de menor complejidad’ que responde a ‘una voluntad política de maquillar un conocimiento insuficiente de lengua española bajo el sistema de la inmersión’. (...)

El documento, titulado La desigualdad de las evaluaciones lingüísticas del Gobierno catalán. Castellano fácil, catalán difícil, ha comparado la longitud y la tipología de los textos elegidos por la Consejería de Enseñanza para los exámenes y el grado de complejidad de las preguntas realizadas en ambas lenguas. (...)

Las pruebas de competencia lingüística en catalán y en español siguen la misma estructura: una prueba oral -un dictado- que el alumno debe transcribir parcialmente en un texto con huecos a rellenar; a continuación debe contestar una serie de preguntas sobre dos textos que se le presentan (normalmente uno literario y otro no literario) y, finalmente, una redacción sobre un tema planteado. (...)

Del análisis de estas pruebas, CCC llega a cuatro conclusiones muy claras: los textos en castellano son siempre más cortos -542 palabras de media- que en catalán -644 palabras de media- (a pesar de que en ambos casos los alumnos disponen del mismo tiempo para contestar, en concreto, 45 minutos); en los exámenes en catalán hay más preguntas sobre textos literarios, mientras que en los de castellano hay más preguntas sobre textos no literarios (cuando el Instituto Nacional de Evaluación Educativa ha comprobado estadísticamente que el grado de comprensión de los textos no literarios es mucho mayor que el de los literarios); los exámenes de lengua española presentan un porcentaje mayor de preguntas de resolución inmediata a partir de la lectura del texto -25,4%- que en las pruebas en catalán -12,6%- (las preguntas de tipo literal, o de respuesta directa, son mucho más sencillas de responder); y a pesar del nivel inferior de dificultad, las puntuaciones obtenidas por los alumnos son peores en las pruebas de castellano que en catalán (con diferencias que oscilan entre los 1,4 y los 5,4 puntos). (...)

Como ejemplo ilustrativo, basta comprobar cómo en la prueba de mayo de este año, en el examen de castellano, la Consejería ha incluido un texto sencillo de 250 palabras extraído de la novela de Elvira Lindo Manolito Gafotas. El equivalente en el examen de catalán, en cambio, ha consistido en un texto de Charles Dickens, traducido del inglés, de 450 palabras y mucho más complejo. (...)

Toda vez que los informes PISA, que se realizan a nivel nacional, no evalúan el nivel de comprensión lectora en castellano en Cataluña -solo se hacen en catalán, como recientemente ha reconocido uno de sus ex responsables-, CCC concluye que ‘el hecho de que las pruebas de nivel de lengua española realizadas por el Gobierno autonómico sean de forma recurrente de un nivel de dificultad inferior conduce a la presentación por el Gobierno [autonómico] catalán de unas puntuaciones de castellano artificialmente por encima de las que deberían ser’ con el objetivo de defender ‘el supuesto buen nivel de español con la inmersión lingüística’."         (lavozdebarcelona.com, 23/05/2012)

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