Probablemente García Márquez y Vargas Llosa no se hubieran establecido en Barcelona si para ser ‘acogidos’ hubieran tenido que superar las pruebas que la ley exige a los extranjeros. El certificado acreditativo oficial por el que se reconoce el arraigo acredita competencias lingüísticas básicas en catalán y el conocimiento de los rasgos básicos, históricos y geográficos de la sociedad catalana.
Es, cuanto menos, discriminatorio que se obligue al recién llegado a aprender primero el catalán y no se le deja libertad alguna para decidir en qué lengua debe ser acogido. El inmigrante es quien mejor conoce su proyecto vital y por ello debe ser él el dueño de su destino.
La intención del Gobierno autonómico de Cataluña no es preparar al inmigrante sino salvar un modelo carca de identidad catalana. En el colmo de los desvaríos, la ley prevé que en los servicios de acogida de los ayuntamientos también se impartirá la formación ‘nacional’ a los españoles procedentes de fuera de Cataluña. Los encargados de darla serán -tienen todos los números- las asociaciones habituales encargadas del adoctrinamiento nacionalista." (lavozdebarcelona.com, 20/11/2009)
Pues como tenga efectos retroactivos esa ley ¿Serrat tendrá que aprobar ese examen? ¿Y Messi? ¿Y Cruyft? ¿Y los charnegos? ...Y los científicos, los deportistas, los inversores, sudamericanos o españoles ¿van a tener que aprobar ese examen? Si no lo aprueban ¿no van a poder vivir en Cataluña?
¿O será sólo un examen para los trabajadores pobres? Estos sí, a estos no les dejarán vivir en Cataluña, no tendrán acceso a los servicios sociales, si no aprueban el examen.
A esto se le llama "berlusconear"... a la discriminación de los emigrantes por la lengua, por su origen... fascismo.
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