21/7/08

"La claridad moral" del nacionalismo

“No sé que pasará por ahí fuera, pero aquí, el idioma castellano tiene las mismas posibilidades de sufrir ese acoso denunciado por un aireado Manifiesto que las personas de elevarse como si la sangre transportase helio en lugar de oxígeno. (…)

En este asunto, en el subsuelo no hay yacimientos, pero sí se construyen discursos sobre los cimientos de una mentira (o de una verdad economizada hasta el esqueleto). Ya en su día se había erigido todo un edificio sobre las presuntas tergiversaciones que se hacía de la historia (perdón, de la Historia, común por supuesto) en las comunidades sospechosas habituales. Un grupo de académicos realizó un informe y el tenderete argumental se cayó. Ahora no se ha vuelto a cometer el error de poner a prueba el aserto fundacional, el de que los idiomas que no son el español se imponen en la escuela. Se da por hecho que es así, y lo que se discuten son los efectos y cómo evitarlos, no si realmente hay causa.

Como define David Foster Wallace en un divertido y pormenorizado análisis (Host , Atlantic Monthly, número de abril 2005) del fenómeno de las tertulias radiofónicas conservadoras, "es una estrategia de éxito desmesurado para aunar a un grupo amplio de ciudadanos con ideas afines en torno a un conjunto coherente de conceptos simples, mimarlos e incentivarlos a la acción política. El término con el que en la actualidad se alude a esta clase de plantilla es claridad moral". (…)

Una de las cartas al director más jaleadas en éste y en la totalidad de los periódicos impresos en Galicia es la de una ciudadana perfectamente anónima y que no ha vuelto a aparecer (pese a ser la consejera delegada de un gran empresa del ramo del altramuz, ninguna relación con las dietas) que resume en diez líneas todos los falsos tópicos del presunto acoso. Como concluye Foster Wallace: "Por supuesto resulta mucho menos difícil provocar ira e indignación sincera y escandalizar a gente que generar alegría, satisfacción, fraternidad, etcétera. Estos últimos son sentimientos frágiles y complejos y aquello que los suscita varía mucho de una persona a otra, mientras que la ira y demás son sentimientos más primarios, universales y fáciles de estimular". Gallego el que bote.” (XOSÉ MANUEL PEREIRO: Manifiesto por la Gravedad. El País, ed. Galicia, Galicia, 10/07/2008, p. 4)

¡Hombre! La consideración de la Guerra Civil como un enfrentamiento entre nacionalidades (España, Cataluña ¿Navarra contra Euskadi?) no es un prodigio de veracidad. Y el que en Cataluña se nieguen a dar tres horas de español a la semana, muestra una "imposición" aplastante. Y no digamos en el modelo de inmersión vasco.

Así, que si las cosas que no se quieren ver son la mar de evidentes, en efecto, hay que echar mano de la "claridad moral" (nuestro destino manifiesto, el de la nación) contra las argumentaciones evidentes. Ora la ira, ora el victimismo nacionalista, contra la igualdad y la fraternidad. Muy bien expresado, pero al revés.

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