“(…) el nacionalismo… ese sentimiento victimista que busca en el exterior la causa de los problemas propios, tendencia muy humana pero muy peligrosa…El inconveniente de buscar en el exterior la causa de nuestros problemas ... estriba en que, las más de las veces, nos equivocamos, y eso nos impide darles solución… porque con toda probabilidad sus verdaderos problemas se deben a unos gobernantes ineptos y rapaces y a un electorado desorientado.
Esos gobernantes indignos, además, con toda seguridad utilizarán el señuelo exterior para distraer al público de su inepcia y latrocinio. Y una vez tragado el anzuelo nacionalista es muy difícil librarse de él…Cuanto peor vayan las cosas (que se venga abajo el sistema de transportes, por ejemplo, o se cuarteen los edificios, o se hagan evidentes el fracaso educativo, la corrupción y el soborno) más se atribuirá el fracaso a la perfidia exterior y el ciudadano medio, ya convencido de que pertenece a una colectividad sojuzgada, se indignará más con el enemigo externo: en Argentina, el imperialismo yanki (o el español, si a mano viene)… en la España de Franco, el comunismo y la conspiración judeo-masónica; en la Cataluña de hoy, Madrid. (…)
Se entra así en una espiral de razonamiento enfermo que puede conducir a proposiciones delirantes… En Cataluña se lleva años pidiendo la publicación de las famosas "balanzas fiscales", que demostrarían que Madrid explotaba a Cataluña. Ya el concepto de "balanza fiscal" es dudoso; pero cuando una entidad seria como el Servicio de Estudios de BBVA publica unas balanzas confeccionadas por un grupo de economistas de prestigio y se demuestra que Madrid es la comunidad más "explotada", los nacionalistas siguen impertérritos; una de dos, dicen: o seguimos pagando demasiado o, si no pagamos demasiado, es gracias a los nacionalistas.
En otras palabras, cualquier causa y su contraria tienen idéntico efecto: si nos explotan, necesitamos nacionalismo; y si no, también. El caso es parecido al del alcohólico que achacaba sus males a la soda." (GABRIEL TORTELLA El desengaño catalán. El País, ed. Galicia, Opinión, 20/12/2007, pp. 33)
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