16/11/21

Paola Lo Cascio, politóloga y de izquierdas, sufre profusa y sistemáticamente el acoso del independentismo

 "(...) Paola Lo Cascio, historiadora y politóloga y profesora de la UB, refiriéndose a las elecciones del 14 de febrero en Cataluña y en relación con el pacto firmado por las fuerzas independentistas para no pactar con el PSC para gobernar Cataluña, dijo: “…mirado con un poco de distancia, no deja de ser muy sorprendente y atípico en el panorama de las democracias consolidadas europeas que existan cordones sanitarios no con respecto a la ultraderecha --como en muchos sitios se está haciendo, con o sin papeles de por medio-- sino contra una fuerza política de la familia socialdemócrata”. Por cierto, esta historiadora, politóloga y de izquierdas sufre profusa y sistemáticamente el acoso del independentismo.

La confianza inicial del independentismo en conseguir sus fines debido a su propia situación de privilegio --el dominio de los recursos públicos, el silencio durante décadas de gran parte de la población catalana, el dominio de los medios de comunicación, la propia capacidad de organización y de movilización, o el uso de un lenguaje sistemáticamente falacioso y confuso, más pensado para la adscripción emocional que para la reflexión sensata-- se ha vuelto agresividad ante el fracaso. 

No sólo fracaso por no haber conseguido la independencia en el tiempo propuesto, también se trata del fracaso ideológico al irse desmontando, una a una, las falacias en las que se sustentaba el argumentario independentista. Todo se iba a conseguir, mediante la unión del independentismo, en pocos meses; el movimiento era pacífico; la base independentista se iría ampliando; habría un movimiento internacional de reconocimiento, el gobierno español no se atrevería a intervenir, etc.

La realidad es que hemos visto violencia física en las calles y violencia verbal en las redes. También hemos visto que progresivamente, voces no independentistas, han empezado a hablar y el acoso, inicialmente sufrido en silencio, ya se atreve a ser denunciado en público.

Aunque el independentismo siga llamando fascistas a los que no piensan como ellos, la realidad es que la izquierda ha sido especialmente perseguida por el independentismo, como demuestran los ejemplos anteriores. Fascismo es, precisamente, la exacerbación del nacionalismo, sinónimo de intolerancia, pensamiento único, intento de homogeneización de la sociedad y aniquilación del adversario y de las minorías. Pues eso, como dice el refrán popular, “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”.

 Obviamente, el independentismo tiene derecho a existir, precisamente porque estamos en una democracia. Pero de ningún modo es admisible que, en aras de su libertad, acosen a los que no piensan como ellos. En aras, precisamente a nuestra libertad, estos comportamientos antidemocráticos y fascistoides tienen que ser denunciados. 

Nuestra obligación, como demócratas, es precisamente, defender a aquellos que se ven perseguidos y acosados por sus ideas, siempre y cuando las defiendan con argumentos y con el respeto a los demás. Vivan nuestros conciudadanos valientes que, aún a sabiendas del peligro de ser acosados, se atreven a manifestar sus ideas en público, porque ellos representan la salvaguarda de la pluralidad y de la salud de nuestra democracia, continuamente amenazada, precisamente por acosadores que se organizan para perseguir e insultar a los que no piensan como ellos."          (Mireia Esteva , Crónica Global, 15/04/21)

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