4/5/20

El marco mental catalán, diseñado por Pujol, consiste básicamente es que los catalanistas son los buenos de la película. Todo el resto son malos: socialistas, ciudadanos, comunes, populares e incluso indepes críticos...

"La teoría de los marcos mentales se debe a un lingüista norteamericano, George Lakoff. Progre, por supuesto. Su libro “No pienses en un elefante” estuvo de moda hace unos años.  (...)

La idea es que los marcos mentales determinan cómo vemos la realidad. “Los marcos son estructuras mentales que moldean nuestra visión del mundo”, afirmó. Un poco -si me permiten la comparación- como los marcos de los cuadros, que también influyen en nuestra percepción de la obra artística.

A mí no me convenció del todo. Yo creo que en política no son importantes las palabras sino las ideas. (...)

En Catalunya el marco mental es una herencia de Pujol. De todas la obra de gobierno del expresidente -la propia Generalitat TV3, la escuela catalana, los Mossos- ésta es sin duda la más importante.

Básicamente es que los catalanistas son los buenos de la película. Bueno, ahora los indepes. Todo el resto son malos: socialistas, ciudadanos, comunes, populares e incluso indepes críticos o escépticos. Juraría que hasta abstencionistas por no comulgar a pies juntillas con el proceso.

Con el agravante de que … ¡no son mayoría! Sin embargo por los vericuetos de la ley electoral -o de la falta de ley electoral- manda siempre la minoría hegemónica.

Por supuesto, en este marco mental también influyen otros factores: el lenguaje, la batalla del relato, los medios de comunicación. Lo que un día definió Gabriel Rufián, en un ataque de lucidez, como “independentismo mágico”. La burbuja mediática que han creado.

Desde luego no se hace en un día: se necesita mucho tiempo, mucho dinero y periodistas dispuestos a no hacer de periodistas.

Yo fui consciente de este marco mental en el turno de preguntas al Govern durante el pleno del viernes sobre los Presupuestos. Si nos hubiéramos abstraido de las siglas habríamos llegado a la conclusión de que decían cosas más juiciosas los representantes de la oposición que los del Govern.
Aunque admito que es más fácil criticar que gobernar.

Jorge Soler, de Ciudadanos -médico de profesión- dijo una verdad como un templo: “estos Presupuestos que ustedes presentan no sirven”. Raúl Moreno, del PSC, afirmó sobre las residencias que “no puede ser que una persona que tiene síntomas que esté en casa tenga más posibilidades de ser atendida en un hospital que uno que tenga síntomas en las residencias”. Una sola frase encierra todo el drama de las residencias. Casi homicidio. Mientras que Noemí de la Calle, también de Ciudadanos, preguntó al consejero de Trabajo y Asuntos Sociales. La respuesta de Chakir El Homrani fue tan floja que hasta tuvo que decirle: “Conseller, palabras vacías. Es que no ha concretado nada”.

Ya puestos podríamos llegar a Alejandro Fernández, en la sesión de control al president.
La pregunta era muy concreta: “si comparte –como la señora Budó– que en una Cataluña independiente hubiera habido menos fallecidos”. Torra aprovechó la respuesta para lanzar una indirecta a Torrent sobre … ¡los plenos telemáticos! ¡Era una sesión de control al president, no al presidente del Parlament! El líder del PP catalán replicó que “han sustituido el indecente España nos roba por el inmoral España nos mata"

“¿Acaso alguien en Madrid les ha impuesto el caos en las residencias de ancianos que han provocado ustedes mismos? ¿O enviar una circular pidiendo un tratamiento de menor intensidad para los mayores de 80 años? Nadie”, añadió. ¿Y saben qué contestó Torra? “Mire, de lecciones, ni una.

El “ni una” lo repitió hasta cinco veces. Debía estar pensando la respuesta.

“De verdad, ni una -insistió- porque yo me he dedicado desde que empezó la pandemia a salvar vidas, a estar al lado de la gente, de la salud de la gente”. No sé si lo decía por aquella vez que confesó, en Rac1, que había estado todo un día “buscando batas”. Quizá habría que añadir la pregunta del portavoz de JxCat, Eduard Pujol, también al Govern -respondió Miquel Buch- sobre la “recentralización” de las emergencias.

Son aquellas preguntas para dar coba al ejecutivo o para que el consejero de turno pueda explayarse.

Pero es que el dirigente de JxCat dijo una cosa muy fuerte: “en pocos meses el gobierno de Catalunya ha tenido que enfrentarse al incendio de la Ribera d’Ebre, al temporal Glòria y a la petroquímica de Tarragona y se ha gestionado bien”. Las negritas son mías.

A mí me vino a la cabeza que, durante la crisis de la pandemia, el presidente Torra ha agradecido al Ejército varias veces por la intervención de la UME en el mencionado incendio. Que con los efectos del temporal se quejaron varios alcaldes del Maresme, algunos del mismo color político que los dos partidos gobernantes. Y que con el accidente en la Petroquímica hubo tres muertos. Uno en su propio comedor a tres kilómetros de distancia.

Sin olvidar de que no sonaron ni las sirenas. Aunque, por cierto, tampoco se ha sabido nada más del accidente.

Claro que Eduard Pujol era el mismo que decía -además de que le perseguía un tipo en patinete- aquello de primero la independencia y luego las listas de espera.

Pero lo más importante es que, cuando él sacaba pecho, el número de fallecidos en residencias ascendía a 2.621, según las funerarias. Hoy lunes -cuando cuelgo este artículo- ya son 2.814. A ello hay que añadir 9.100 positivos y los 17.000 sospechosos. Las residencias son, conviene recordarlo, competencia de la Generalitat.

Pero, por supuesto, a este marco mental han contribuido también como decía los medios de comunicación. Públicos y muchos de privados.

El sábado -al día siguiente del pleno- vi un despiece en La Vanguardia que decía así: “C,s abandonó el cartel y trasladó a Catalunya la nueva estrategia de Arrimadas”.  (...)

el independentismo debería decir la verdad. No sólo con el coronavirus sino con el proceso: lo hemos intentado pero con el 47% de los votos no era posible. Aunque dudo que lo hagan. Se juegan demasiado. Y además sabían que no saldría bien: nos han estado engañando desde el principio.
Por eso hay que desalojarlos del poder. A mí, a estas alturas, ya me da igual quien lo haga. (...)

Lo han hecho demasiado mal -fatal en algunos casos- y durante demasiado tiempo.
Hay que abrir las ventanas de la Generalitat y vaciar los cajones como tras los 23 años de Pujol, cuando empezó a aflorar todo.

Será difícil, los medios de comunicación tampoco ayudan, pero da igual: la verdad siempre gana."             (Xavier Rius, director de e-notícies, 27/04/20)

No hay comentarios: