20/5/19

La gente, que ha visto disminuir su prosperidad o sus posibilidades de que le vaya mejor en el futuro, cree fácilmente en el populista que les promete el paraíso eterno. En el caso de Cataluña hay un populismo evidente

"(...) Todo lo que está ocurriendo en Cataluña, ¿tiene relación con los movimientos populistas?

El auge del independentismo es parte del populismo que está afectando a muchísimos países. Algunos como Estados Unidos, Reino Unido o el caso de Cataluña, y otros de los que no se habla como zonas que yo he cubierto del mundo y donde también se está produciendo este fenómeno. 

Pasan varias cosas. Las élites económicas y políticas, en general, no se han dado cuenta del impacto tan grande que tuvo la crisis económica y de lo mucho que ha distanciado a la gente de los poderes tradicionales. Cuando hay esa desafección, encuentras aprovechados que saben decir lo que la gente quiere escuchar.

 Y la gente, que ha visto disminuir su prosperidad o sus posibilidades de que le vaya mejor en el futuro, cree fácilmente en el populista que les promete el paraíso eterno. En el caso de Cataluña hay un populismo evidente, pero lo que hay también es una dejadez por parte de los diferentes Gobiernos españoles durante décadas. 

Dices: «El Gobierno comunica como si estuviéramos en 1987 y la Generalitat, como si estuviéramos en 2017».

Unos de los grandes éxitos del independentismo ha sido el relato de cara al interior, a Cataluña, pero, sobre todo, al exterior. Y el Gobierno ha perdido completamente la batalla de la comunicación, porque no está acostumbrado a comunicar cuando no tiene el control de los medios.

 En los últimos años, ha manipulado a los medios públicos, ha forzado el despido de periodistas y ha utilizado la influencia que puede ejercer a través de la publicidad institucional y de licencias de televisión, para controlar el mensaje. 

Pero, cuando estás hablando de una historia con repercusión internacional, de repente tu relato ya no lo puedes imponer de la misma manera. Los corresponsales extranjeros no van a comprar tu mensaje simplemente porque sea el oficial, están acostumbrados a otra cosa. 

El independentismo se mueve en las redes sociales de una manera apabullante, han estado cortejando a los corresponsales extranjeros durante años. Han empleado recursos y dinero público en vender un mensaje, mientras el Gobierno en Madrid hacía el periodismo comunicativo de los viejos tiempos: el de mandar una nota o dar una rueda de prensa, a veces sin preguntas. 

Y no tienen ni siquiera a gente que hable inglés, que pueda estar contando el relato de otra manera. Solo gobernantes que repiten los mismos lemas para su propio público. El resultado ha sido un desastre para la imagen de España: el independentismo ha conseguido que el mensaje que cale es el de un país autoritario que reprime a catalanes que lo único que querían hacer era votar.

¿Qué opinas de la respuesta de Rajoy?

Se le considera a menudo un gran estratega de los tiempos, por esperar a que el rival se autodestruya destruya. En el problema de Cataluña, ha sido una grave negligencia. 

Mientras él no hacía nada, el independentismo ha hecho grandes campañas activistas de movilización, ha ido a las universidades a atraer al mayor número de jóvenes, ha seguido educando en muchas escuelas en el resentimiento a España, se ha movido fuera para vender un relato que en muchos casos no tiene nada que ver con la realidad.

Los ciudadanos tenemos la sensación de que este conflicto está absorbiendo todo y ya no se habla de corrupción, de esas leyes de regeneración democrática que se estaban intentando poner en marcha, de la lucha contra la desigualdad, etc.

Está sucediendo, pero no es el único motivo. Yo le achaco al Gobierno, a este y a algunos anteriores, la incapacidad para la regeneración de España. Rajoy ha sido el gran defensor del inmovilismo. No ha sabido leer hasta qué punto la gente estaba, está, harta de la clase política que en los años más duros de la crisis exigía a la sociedad unos sacrificios enormes y no se aplicaba ninguno a ellos. 

No solo no hemos ido hacia una regeneración, sino que lo que se ha producido es una regresión: se intenta con mucha más determinación controlar a los jueces, y los medios públicos de comunicación han sido asaltados de una manera burda. Después de no sé cuántos planes de educación, ha sido imposible llevar a cabo una reforma seria, que al final es la única manera de transformar un país. (...)"          (Entrevista a David Jiménez, ex-diredtor de El Mundo, Pablo Blázquez, Ethic, 18/01/18)

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