10/5/19

Director de e-notícies: la degradación moral del proceso. Me parece una indigencia moral lo que hace el gobierno catalán -y TV3- al mezclar los “presos políticos y exiliados” que dicen, con los presos nazis. No tienen vergüenza...

"He estado cuatro veces en Mauthausen. La primera debía ser a principios de los 90.

Me impresionó mucho ver en un barracón una foto de un capitán del Ejército rebublicano y un recordatorio con un escudo de Estat Català.

Además era de Sant Andreu. Yo soy de La Sagrera. Los dos barrios son limítrofes.

Luego volví -con la Amical de Mauthausen- en otras tres ocasiones: en el 2010, en el 2011 y en el 2013. También ha estado en Auschwitz, a apenas 40 kilómetros de Crackovia.

 Pero creo que Mauthausen te hiela más la sangre. Quizá porque Auscwhitz es un espacio inmenso. Mauthausen, en cambio, parece una fortaleza medieval. Rodeado a un muro de cuatro metros.
Sería el escenario ideal para una película de ciencia ficción Ridley Scott.

Técnicamente no era un campo de exterminio sino de trabajo pero en cuanto a condiciones infrahumanas no tenía nada que envidiar. Sin hablar de los campos auxiliares como el Gusen o el de Ebensee donde -en túneles horados en la montaña- los presos fabricaban las V-2 o el Messerschmitt Me-262.

 En el cercano castillo de Hartheim los nazis aplicaban también el pograma T-4 destinado a eliminar del mundo a los discapacitados. Pero quizás lo peor es la cantera de la muerte porque la belleza natural del paraje contrasta con el infierno que debió ser. No hay palabras.

La famosa escalera con 187 escalones -uno menos en invierno por la nieve- que tenían que subir al final de su agotadora jornada laboral con una piedra de más de 40 kilos a la espalda.
Desde arriba los nazis despeñaban a los que consideraban incapacitados. Incluso a un comando aliado al que pillaron a finales de la II Guerra Mundial.

Por eso me parece una indigencia moral lo que hace el gobierno catalán -y TV3- de mezclar los “presos políticos y exiliados” que dicen ellos con los presos nazis. No tienen vergüenza. (...)

Luego todavía salió Empar Moliner, que ha estado una vez, y explicó que a los viejos republicanos españoles que sobreviven no les gusta nada la bandera española. Y es cierto. ¿Pero si va un ministro del actual Gobierno y la bandera oficial es la rojigualda con cuál va a ir? ¿Con la republicana? ¿Con la bandera pirata? ¿Ustedes saben lo importante que es para los supervivientes -y sus familiares- el apoyo del Globierno español y del catalán?

Es justo reconocer que la primera que se desplazó en viaje oficial fue la entonces vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega junto al consejero de Interior, Joan Saura, en el 2010. ¡Y ahora los de TV3 critican que vaya una ministra!

No es una indigencia como decía al principio. Ni siquiera una indecencia. Es peor: es de una enorme bajeza moral. 

Viendo las imágenes, lo que más me dolió fue -además del papel de la directora general de la Generalitat, Gemma Domènch- que uno de los asistentes le dijera a la ministra “es que ya no teníais que haber venido” y que el resto de asistentes irrumpiera en aplausos.

La independencia catalana -si el Estado no pone remedio o no se oponen el resto de catalanes- parece irreversible porque se han roto todos los puentes. Hasta los sentimentales.

Pero me produce vergüenza ajena que mezclen los presos nazis con los otros. ¿En qué se está convirtiendo el independentismo?

En la inauguración de aquella exposición sobre Franco en el Born ya gritaron “fascista” a Gerard Pisarello -cuyo padre murió a manos de la dictadura argentina- y a los miembros de la propia Amical de Mauthausen. Por cierto, las organizaciones juveniles convocantes de la protesta fueron las JERC y la JNC. Si no tuvieron nada que ver estaría bien que lo aclararan.

El propio Pedro Sánchez contaba recientemente en una entrevista en La Vanguardia que “con Paco Ibáñez fui a honrar su tumba en Montauban y unos independentistas nos llamaron 'fascistas', ¡a hijos de exiliados!”.

Volveré a repetir la pregunta: ¿En qué están convirtiendo el proceso?
En Mauthausen apenas habían independentistas. Alguno había, incluso de ERC, però la mayoría de republicanos españoles -y catalanes- eran comunistas o en menor grado anarquistas.

Ya basta de manipular la historia en beneficio propio. Mejor dicho: ya basta de manipularlo todo."                 (Xavier Rius, e-notícies, 08/05/19)

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