27/2/19

El nacionalismo catalán es percibido en Europa como un regreso al nacionalismo posterior al de la Primera Guerra mundial, que irónicamente se rige por el mismo principio del franquismo, con la idea de “una nación, un Estado”. Este regreso esa idea Europa no lo puede aceptar porque es contrario a su espíritu integrador

"(...) Torra es anti-europeo porque los independentistas por pensaban que Europa les iba a abrazar, porque creen que hablan en nombre de derechos fundamentales y autodeterminación. En el momento que Europa ha demostrado un rechazo total, 

Torra ha cambiado su voz y ha entendido que una Catalunya independiente no será estado miembro de la UE. Pero Torra debe comprender que era muy natural que la Europa no acepte el independentismo catalán...

¿Por qué?
 
No solamente por razones políticas, porque Francia tenga Córcega o Italia lo que llaman la Padania. También por dos razones de valores. Primero: el estado de derecho, parte irrenunciable de la santa trinidad liberal junto a la democracia y los derechos individuales.

 Lo que más rechaza Europa es el desafío al estado de derecho. Nunca abrazarán a un movimiento como el independentista que al ir contra la Constitución española, rechaza abiertamente el estado de derecho

El segundo elemento, más profundo, es que el nacionalismo catalán es percibido en Europa como un regreso al nacionalismo posterior al de la Primera Guerra mundial, que irónicamente se rige por el mismo principio del franquismo, con la idea de “una nación, un Estado”. Este regreso esa idea Europa no lo puede aceptar porque es contrario a su espíritu integrador.

(Entrevista a Joseph H. Weiler, profesor de la New York University, constitucionalista experto en integración europea, Iñaki Ellacuría, La Vanguardia, 23/02/19)

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