"(...) Hace unas semanas, Ada Colau
se vio obligada hacer de traductora en TV3 para que el alcalde de
Medellín entendiera las preguntas de la presentadora, que insistía en
hablarle en catalán. En su opinión, ¿qué responsabilidad le corresponde a
TV3 en lo que estamos viviendo en Cataluña?
TV3 es una vergüenza como televisión pública. Como
también lo es su director. Se trata de una cadena que no pasaría los
controles de ningún gobierno europeo serio. Y, obviamente, es uno de los
responsables de lo que ha ocurrido. Como le decía antes, Pujol trabajó
incansablemente para construir la nación. Y para este fin los medios de
comunicación son imprescindibles. Así, creó TV3 como medio de
adoctrinamiento.
Y lo he conocido de primera mano. En una ocasión,
estando invitado en TV3, me expresé en catalán pero deslice de vez en
cuando alguna palabra en castellano. Pues bien, llamaron la atención a
quien dirigía el programa por este hecho. O sea, una sandez sin
paliativos.
Recientemente, Pablo Iglesias
pidió a Quim Torra “evitar una pelea entre demócratas que permita
regresar a los reaccionarios”. La pregunta es: ¿por qué Iglesias no
incluya entre los reaccionarios a un líder que considera “carroña y
“bestias taradas” a la mitad de los catalanes?
Por el complejo que tiene la izquierda con el
nacionalismo, en España bien visto por su pasado antifranquista. Y es
que, en cierto sentido, aún no hemos superado el franquismo. Seguimos
protegiendo e incluso aplaudiendo al nacionalismo desde la izquierda:
nos parece benigno porque posee una pátina de resistencia ideológica,
pero no es así.
También es cierto que Pablo Iglesias depende de sus
taifas en Valencia, Galicia o País Vasco. Podemos no es un partido, sino
una suma de partidos, y muchos de ellos son nacionalistas. En cualquier
caso, la izquierda española no será plenamente moderna hasta que no se
libere de sus complejos con respecto al nacionalismo.
¿Cómo puede ser
que la izquierda se lance a defender proyectos intrínseca y
escandalosamente reaccionarios? Es una contradicción in terminis.
Creo que mucha gente hubiera votado a Podemos de no
ser por su acercamiento, quiero pensar que táctico, al nacionalismo. Lo
mismo ocurre con el PSC, que vive unos votantes —los del PSOE— a los que
luego traiciona.
Me irritó mucho aquello que dijo Iceta sobre Torra, me
pareció de una frivolidad tremenda: “A Quim Torra si lo escuchas hablar
no te gusta, pero cuando lo conoces te lo llevarías a cenar”. Esto es,
contemporicemos con el nacionalismo porque, al fin y al cabo, a los
votantes de Cornellà o Ciudad Meridiana solo los necesitamos una vez
cada cuatro años."
(Entrevista a Andreu Jaume, escritor, editor y profesor de humanidades, el polifacético Andreu Jaume colabora en medios como El País o Crónica Global, El Catalán, 24/11/18)
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