"(...) Nadie en su sano juicio político quiere arrojar a las llamas al
catalán y a la cultura catalana en catalán. Algunas personas de familias
nacidas en Huesca o en Andalucía, hablamos en catalán con nuestros
hijos o sobrinos.
Es falso que alguien segregar a los niños por sus
idiomas maternos. No es cierto que la inmersión política que se practica
en Cataluña sea la usual en otras sociedades bilingües o plurilingües.
En algunas escuelas de élite de Cataluña no se practica la inmersión.
Esta, la inmersión. Cat, que impide la enseñanza en lengua materna para
millones de niños, no es la única vía para conseguir el objetivo que
todos deseamos (¿todos realmente?): que todos los niños y jóvenes se
muevan lo mejor que puedan en ambos idiomas (insisto: en ambos… y en más
por supuesto).
Para los nacionalistas, la llamada inmersión, que no es
inmersión alguna para sus hijos, es un instrumento por el que inculcan
otros "bloques ideológicos" que nada tienen que ver con la lengua: el
catalán es el idioma propio (el único) de .Cat, el catalán es el idioma
de prestigio, las piezas culturales que rodean a la enseñanza, los
cánticos, las historias que se cuentan, etc
En fin, que por supuesto que
el uso del 155 no es procedimiento adecuado para imponer nada pero que
nadie es un traidor-botifler -ni un mal nacido ni un facha de m. o un
españolista de derecha extrema porque sugiera hablar o discutir si
existe una política lingüística-educativa mejor para conseguir el
objetivo señalado: el aprendizaje de ambos idioma (y del inglés, el
alemán, el francés, el italiano o lo que fueran).
En Aula, la
escuela de Mas, una escuela de élite privada, repito lo sabido, se
consigue que la mayoría de los estudiantes se muevan mejor que bien en
cuatro lenguas y en Aula no se practica la inmersión por razones
pedagógicas. ¿Por qué no atacan a Aula? (...)" (Salvador López Arnal , Rebelión, 24/02/18)
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