"Vergonzosa capitulación de Puigdemont y la dirección del procés.
Después de la declaración de la República independiente de Catalunya, tras la respuesta del Gobierno de Rajoy con el 155 y las elecciones del 21D, el Govern ha claudicado de forma escandalosa sin apenas resistencia. Una actitud indigna(...)
Pero Junts pel Sí y ERC, como era de esperar, no la han materializado ni se proponen enfrentar el golpe institucional del 155.
Una República de papel frente a un 155 de hierro
Puigdemont no ha tomado ninguna medida después de la
declaración de independencia, no solo para que la República catalana
fuese una realidad, sino para enfrentar la ofensiva represiva del
gobierno.
Una ofensiva que representa la aplicación del artículo
155, por el que el Govern al completo, junto al Parlament, quedan
disueltos y el Gobierno de Rajoy con el apoyo del Régimen del 78 han
convocado elecciones autonómicas para el 21 de diciembre.
¿Cuál es el “plan de resistencia” de la dirección del
procés? Vergonzoso, porque no hay ningún plan. Todos los discursos de la
dirección del procés llaman a mantener “la normalidad” después de la
declaración. ANC y Omnium se niegan a llamar a ninguna acción ni
movilización, mientras se ha dejado la calle libre para que la derecha
españolista y las bandas fascistas campen a sus anchas.
Las direcciones
sindicales más de lo mismo. Mientras, el gobierno central va tomando el
control sin resistencia alguna de todas las instituciones catalanas
suspendidas.
Después de darse un fin de semana de “vacaciones”, el
President y cinco consellers han viajado “por la noche y en coche” hacia
Bruselas (Bélgica), sede de la Unión Europea, desde donde se espera que
este martes de una rueda de prensa. Un viaje por lo menos
controvertido, ya que no quedan claros los motivos.
Muchos medios de
comunicación, incluso algunos catalanes, hablan de una posible petición
de asilo político en Bélgica.
Mientras tanto, la presidenta del Parlament, Carme
Forcadell, acató el 155 dando por disuelto el Parlament. Se ha
desconvocado la reunión de la Mesa que estaba prevista para el martes.
También el nuevo Mayor de los Mossos d’Esquadra se ha reunido con el
ministro Zoido, su “nueva autoridad” a la que Trapero pidió fidelidad en
su carta de despedida.
El gobierno en Madrid les ha dado unas horas a los
consellers y miembros del Govern cesados para recoger sus efectos
personales de los edificios oficiales, a los cuales se les está
prohibida la entrada a partir de ahora.
Al mismo tiempo el Fiscal General del Estado, ha
presentado querellas ante la Audiencia Nacional y el Supremo contra los
miembros del Govern y la Mesa del Parlament por rebelión, sedición y
malversación de fondos públicos. Una brutal querella con el objetivo de
derrotar a la dirección del procés y arrodillarlos a las reaccionarias
elecciones del 21D, cuestión a la que por ahora han accedido.
ERC y el PDeCAT ya han anunciado que participaran en
las elecciones autonómicas convocadas por el Gobierno central para esa
fecha como parte de la aplicación del 155. A esto se reduce su
estrategia de resistencia. Aceptar la medida estrella del 155. En esto
consiste toda su defensa de la recién proclamada república.
La diputada de la CUP, Mireia Boya, no ha definido qué
hará su formación en relación al 21D de Rajoy. Tan solo ha dicho que
las deben confrontar y que será la militancia quien tome la última
decisión. Lamentablemente, la dirección de la CUP aún no ha tomado una
decisión tajante contra las ilegítimas elecciones de Rajoy, Felipe VI y
el Régimen del 78. (...)" (Izquierda Diario, 31/10/17)
"Señales claras de retroceso y desorientación.
El viernes 27 el Parlamento proclamó la República
Catalana y el Senado activó el artículo 155 que suspendía la autonomía
de Cataluña. Si el Govern pretendía defender la República debía
demostrar que quería gobernar (por ejemplo, iniciando el proceso
constituyente) y llamar a la movilización popular.
Pero no hizo ni lo
uno ni lo otro. Los que sí lo hicieron fueron el gobierno Rajoy
(destituyendo el Presidente, el Gobierno y convocando elecciones en
diciembre) y los partidarios del 155, que hicieron una gran
manifestación en Barcelona el domingo.
Para saber dónde estamos va bien repasar los hechos que ya conocemos:
1) El mismo viernes el director general de los Mossos,
Pere Soler, aceptó su destitución. Poco después lo haría el mayor
Trapero.
2) El sábado, según La Vanguardia,
se encontraron discretamente en el Empordà representantes del PDeCAT,
ERC, ANC y Òmnium, pero de la reunión no salió ninguna iniciativa.
3) El domingo pareció que todo el mundo hacía fiesta.
4) Hoy lunes era el día clave para saber hacia dónde
se orientaban el Gobierno y el Parlamento. Las noticias son
decepcionantes: los consejeros, excepto Rull, no han ido a sus
despachos; el representante de la Generalitat en la Unión Europea ha
aceptado su destitución; la presidenta Carmen Forcadell ha aceptado que
el Parlamento estaba disuelto y ha activado la diputación permanente
hasta las elecciones de diciembre; Carles Puigdemont y algunos
consejeros están en Bruselas, corren rumores de que pedirán asilo
político y un Tweet de Lluís Llach lo da por hecho.
5) Ni el Govern ni el Parlament han hecho ninguna
llamada a la movilización, el arma más poderosa que tienen para defender
la República y hacer frente al 155. Y todos los partidos soberanistas
parecen considerar prioritario discutir sobre qué hacer en las
elecciones de diciembre .
Todos estos puntos parecen señales claras de retroceso
y de desorientación; pero mañana Puigdemont ha anunciado una
comparecencia y debemos esperar que dice para tener una idea más precisa
de la situación.
Si se confirma que no tenemos Parlament, ni Govern
dentro del país, será muy difícil defender la República Catalana, pero
creo que el movimiento será suficientemente fuerte para hacer retroceder
la intervención y la recentralización que supone el 155, incluso en
estas condiciones. Y en el curso de la lucha ya se verá quién merece ser
nuestro representante y quién no." (Marti Caussa, Viento Sur, 30/10/17)
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