28/10/14

Cuando un nacionalismo de izquierdas empieza a EXCLUIR y a apartar a ciudadanos detrás de una Idea Nacional, entonces se está desconectando del Humanismo

"(...) Pero entramos en la compleja análisis de los nacionalistas de izquierdas, que a menudo viven una gran contradicción. 

 ¿Qué significa hoy ser de izquierdas?  

Hay una respuesta moderna, que es indicar -a partir de la Revolución Francesa- que ser de izquierdas implica gobernar el Estado equitativamente, compensando las contradicciones de clase y las desigualdades sociales, a través de actuaciones políticas (que en Europa han llevado al estado del bienestar con: pensiones, recursos sanitarios, ayudas sociales y ayudas al desempleo) más el control de la hacienda pública e impuestos para hacerlos más equitativos y redistributivos. 

 Filosóficamente hablando, la izquierda apunta a una síntesis entre el Sermón de la Montaña cristiano (que presenta la necesidad de pensar no sólo en uno mismo sino en el destino de los demás y ayudarles, especialmente a los más débiles) y las aportaciones de la filosofía marxista y socialista del siglo XIX (que lleva a universalizar -con el internacionalismo - la lucha contra la desigualdad social, que no se logró con la Revolución Francesa a través de la colectividad y el comunitarismo ).

Si aceptamos esta definición, veremos que, cuando el nacionalismo es moderado, los ciudadanos de izquierdas (alemanes, italianos o rusos), sin dejar de ser parte de una comunidad de valores, se posicionan -política y al mismo tiempo- a favor de una política de justicia universalista Y HUMANÍSTICA; es decir, el hecho de que espiritualmente se sientan parte de una identidad -de un pueblo o nación- no les impide conectar espiritualmente, también, con la Idea de la HUMANIDAD y la FRATERNIDAD universal y -por su condición- no hacen distinciones entre nacionalidades o patriotismos.

Pero, cuando un nacionalismo de izquierdas -supuestamente progresista- empieza a EXCLUIR y a apartar a ciudadanos (generalmente los más débiles y los que más sufren en un Estado moderno) detrás de una Idea Nacional, entonces se está desconectando del Humanismo ; se encuentra en camino de entrar en un mar de contradicciones y abandona el Universalismo moderno y el internacionalismo , que aboga por la hermandad entre los pueblos y por una Confederación universal .

He aquí el dilema de una parte de la izquierda catalana, o que se dice. Los avatares actuales los arrastran hacia el terreno de PRIORIZAR -con la aspiración trágica identitaria- la independencia sobre la Subjetividad humana: obligando a determinados ciudadanos a aceptar su ideología nacional y limitando así la libertad de ciudadanos de su propio Estado. 
 Cuando se transita por estas vías y senderos, la contradicción está servida: se los puede más el amor patrio, que el amor al ser humano ya los pueblos del mundo. A partir de aquí, la dura -y quizá inevitable- confrontación entre nacionalismos es predecible. (...)"        (Octavi Piulats, Cartas a un amigo alemán, Cartas desde Montserrat)

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