"Arcadi Espada, escritor y periodista, en un artículo publicado este sábado en El Mundo:
"[...] El examen de la situación catalana a
la luz del autoengaño colectivo es una tentación de la que me he
librado hace ya bastante tiempo y de la mejor manera wildeana
posible, que es caer en ella. Las tesis de [Robert] Trivers iluminan
este misterio que siempre ronda tantos procesos sociales: cómo un
selecto puñado de convencidos logra convencer a las masas.
Es decir, por
señero ejemplo histórico, cómo unos lograron convencer a tantos de que
'el pueblo alemán debe tener el espacio vital que necesita'. La primera
condición está clara: las vanguardias revolucionarias están formadas por
febriles autoengañados que se replican.
Hemos hablado hasta casi cansarnos de las
mentiras catalanas, del constructor de ficciones que caracterizan la
ambición épica nacionalista. Lo que me interesa ahora de verdad, en el
borde del año borde, es cómo reaccionará este colosal autoengaño
colectivo a la presión de la realidad.
Hemos coincidido más de una vez
en que la iniciativa de Mas supone la desaparición en la práctica de la
política. La política es un juego donde todos ganan, como el de aquella
suerte de peonza de los Geyper.(...)
Es decir, este tipo de mediocridades, tan
objeto frecuente de sátiras, yo mismo, que permiten evitar de vez en
cuando alguna guerra civil. Mas, por el contrario, ha convertido su
iniciativa en una suerte de suma cero, donde alguien inexorablemente va a
perder. Es cierto que el presidente [autonómico] ha tomado aparentes
precauciones ante la posibilidad de que el referéndum no pueda hacerse.
Se basan en sustituirlo por unas elecciones llamadas plebiscitarias,
¡que son la cumbre del autoengaño nacionalista! Obsérvalo. Los
nacionalistas se abstendrán de convocar un referéndum si no es legal. Y
su alternativa es convocar unas elecciones con el propósito de declarar
la independencia. El correlato de esta monumental pantomima no puede ser
otro que la aparición enfática ante su pueblo de Mas confesándole: 'No
podemos declarar una independencia ilegal'.
El historiador Josep Fontana, experto en
el XIX español y veterano independentista, se mostraba escéptico ante el
proceso separatista 'porque cualquier independencia requiere de una
guerra de la independencia'. No es exactamente así, porque Eslovaquia,
valga un ejemplo, alcanzó una suave independencia de terciopelo. Pero al
historiador no le faltaba razón profunda.
En el próximo año de
1714 [2014] no habrá guerra, no habrá revolución de terciopelo, no habrá
independencia. Pero habrá algo más real e interesante que todo eso y es
la gestión política, social, psiquiátrica del autoengaño. La cuestión
inquietante es que ninguna comunidad de mi tiempo ha llegado tan lejos
en la organización de una ficción colectiva para adultos". (Crónica Global, 28/12/2013)
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