14/10/13

'No' a la independencia de Escocia desde un punto de vista marxista

" (...)  Los marxistas adoptamos una posición diferente, de clase. La perspectiva de una ruptura del Reino Unido y la división de la clase obrera británica en líneas nacionalistas sería altamente contraproducente en la lucha por el socialismo. Nosotros defendemos la unidad de la clase obrera en Gran Bretaña e internacionalmente, en la lucha por la transformación socialista de la sociedad.

Sobre esta base, abogamos por un voto " No" en el referéndum sobre la independencia, al tiempo que rechazamos claramente la campaña "Better Together" y el apoyo al status quo. Socialist Appeal respalda la idea de una campaña alternativa por el “No” por parte del movimiento laborista. Tal campaña defendería el “No” desde el mantenimiento de la unidad de la clase trabajadora y la lucha por una política socialista como única alternativa a la crisis capitalista.

Hemos apoyado la descentralización y la creación del Parlamento escocés como un medio de proporcionar beneficios reales para el pueblo escocés. También reconocimos los poderes económicos restringidos del Parlamento, que depende de la subvención de Westminster [sede del Parlamento británico – NdT], y por lo tanto apoyamos la obtención de poderes mucho mayores para el Parlamento escocés, para recaudar sus propios impuestos y tener capacidad para nacionalizar la industria en Escocia.

La independencia no ofrecería ninguna salida bajo el capitalismo y sólo serviría para fomentar la división de la clase obrera. Con la dominación del capital en Escocia y en toda Gran Bretaña, tal solución no ofrecería una verdadera autonomía. La independencia defendida por el Partido Nacionalista Escocés (SNP por sus siglas en inglés) es del tipo que incluye a la reina como jefa del Estado, el mantenimiento de la libra esterlina, de las bases militares británicas así como la permanencia en la OTAN. (...)

Sin embargo, hay que reconocer que no todos los que votan al SNP apoyan la independencia y que los buenos resultados del SNP en el Parlamento escocés no se repitieron en las elecciones para Westminster o incluso en las elecciones municipales del año pasado. 
No obstante, un Partido Laborista derechoso tiene poco atractivo frente al SNP, que ofrece un futuro mucho más igualitario basado en la independencia. Sin embargo, la independencia debe ser vista como un paso atrás en lugar de hacia adelante. Sería un desastre para los trabajadores mientras la crisis del capitalismo se profundiza.

Estamos en contra del Estado capitalista británico tanto como en contra del capitalismo en general. Estamos a favor del derrocamiento del capitalismo en el conjunto de estas islas. Una condición previa para ello es la unidad de la clase obrera británica en esta lucha común por el socialismo. Esto no surge de ningún tipo de consideraciones sentimentales, sino de la necesidad.

El capitalismo es ahora un sistema totalmente globalizado, lo cual ha quedado demostrado por el carácter mundial de la crisis capitalista. (...)

Las clases obreras escocesa, galesa e inglesa no se han desarrollado por separado, sino que, a causa del capitalismo, se han desarrollado como partes de una clase obrera unida. La misma experiencia compartida, que en el pasado unían a los estibadores de Glasgow y Liverpool, ahora se manifiesta en la precariedad del empleo en el sector servicios, que se ha vuelto más dominante desde el advenimiento de la desindustrialización.

 Por supuesto, sería absurdo decir que Escocia no tiene su propia cultura e identidad nacional, pero sería igualmente absurdo decir que los intereses de clase se han ido distanciando. Las grandes huelgas a menudo han provocado huelgas de solidaridad en otros lugares (y a través de la frontera), y es particularmente cierto en los períodos de lucha de clases, como en los años 1920, 1970 y 1980 , donde vimos a la clase obrera cada vez más militante y por lo tanto más unificada. (...)

¿Qué significaría una Escocia independiente? Sobre la base del mantenimiento del capitalismo en Escocia y el resto de Gran Bretaña, los trabajadores escoceses e ingleses se verían puestos en competencia directa. Esto es particularmente cierto si tenemos en cuenta los planes del SNP para crear un ambiente más atractivo para los negocios, con un menor impuesto de sociedades y otros incentivos, en un intento de animar a las empresas a trasladarse de Inglaterra a Escocia. 

Todo el enfoque consistiría en reducir los costes, es decir los salarios, para ser más competitivos. Se alentaría a librar una carrera hacia abajo, enfrentando a los trabajadores entre sí. Esta competencia entre empresas escocesas y del Reino Unido se traduciría en una baja de los salarios a ambos lados de la frontera.(...)

 En tanto que Estado-nación pequeño, sobre todo uno que es tradicionalmente un componente de otro mucho más grande, lo más probable es que Escocia seguiría estando dominada no sólo en lo económico sino también en lo político.

 Esto ha sido confirmado por la experiencia de los países que han roto con la antigua Unión Soviética o por los países ex-coloniales. Estos países han seguido estando dominados tanto por los viejos poderes como por los nuevos. De forma más cercana, Irlanda es un claro ejemplo de tal dominación.  (...)

Incluso ahora podemos ver como el SNP sucumbe a las presiones de Londres en el tema militar. Existe una genuina creencia de que la independencia libraría a Gran Bretaña de las armas nucleares, ya que Escocia es uno de los únicos lugares viables para las bases de submarinos. ¿La clase dominante británica realmente renunciaría a las armas nucleares y a su puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU con tanta facilidad?

 Lo más probable es que Gran Bretaña aún conservaría sus armas, si no en otra parte de Gran Bretaña, presionando al gobierno escocés para mantener bases de submarinos nucleares en Escocia. Pese a la apariencia de Salmond como un oponente de Westminster, en última instancia, en un escenario de independencia, él seguiría mostrando deferencia hacia el poder político del vecino del sur, como lo demuestra su apoyo a una independencia que se mantenga alineada con Gran Bretaña y los intereses británicos.

 Incluso podría existir otro medio por el cual Gran Bretaña conservara su influencia sobre los yacimientos petrolíferos. Por ejemplo, en el referéndum escocés de 1979, hubiese este tenido éxito en todo el país salvo en las islas Orkney y Shetland, había planes para que estas islas obtuvieran el mismo estatus que la Isla de Man y Ias Islas del Canal, lo que hubiese permitido un acceso sin restricciones a los yacimientos petrolíferos.

 Aunque que estos planes hayan sido abandonados en la actualidad, demostraron la determinación del Estado británico para retener su poder sobre el petróleo del Mar del Norte. Por lo tanto, a menos de desafiar realmente el poder del Estado británico, es decir la clase dominante británica y el capitalismo, la ruptura de Gran Bretaña no rompería realmente el poder británico. (...)

 La pretensión de presentar a Escocia como algo diferente es completamente falsa. Es dolorosamente obvio que no es sólo el Estado británico el que está llevando a cabo medidas draconianas, sino el capitalismo internacional en su conjunto. 

Uno sólo tiene que pensar en los disturbios ocasionados por jóvenes desempleados descontentos en Suecia, supuestamente el hogar de un capitalismo distinto, de carácter socialdemócrata, para comprender que la desigualdad social es probable que se mantenga . 

Las cifras que muestran que Escocia contribuye más al estado británico de lo que recibe en gastos han sido citadas de manera habitual como motivo para la independencia. Es cierto que una Escocia independiente podría sobrevivir, pero abocada a la crisis en el contexto actual de recesión económica global. Las tormentas económicas que envuelven el mundo consumirían por completo la incipiente economía de un país pequeño cuyo comercio dependería en gran medida de sus vecinos económicamente estancados.

Si Escocia hubiera sido independiente en el momento de la crisis financiera de 2007-8, cuando el Banco Real de Escocia quebró, los recursos del Estado escocés habrían sido insuficientes para el rescate tal y como se llevó a cabo. El banco se habría derrumbado, y Escocia se habría declarado en quiebra de manera similar a lo ocurrido con Islandia o Irlanda. (...)

Las condiciones de bajos impuestos y la dominación de las multinacionales han surgido dentro de la industria del petróleo del Mar del Norte. Es cierto que el petróleo ha proporcionado un impulso económico al nordeste de Escocia, pero está lejos de haber alcanzado su otrora soñado potencial.

 El gobierno de un pequeño país capitalista ni tiene la voluntad ni el poder económico suficiente para hacer frente a las corporaciones multinacionales. El único verdadero futuro para el pueblo de Escocia está directamente ligado al de Inglaterra, Gales y el resto del mundo.

 Su suerte está vinculada al derrocamiento del capitalismo y la transición al socialismo. Estamos luchando por una Gran Bretaña socialista como parte de unos Estados Unidos Socialistas de Europa, como un paso hacia una federación mundial de estados socialistas. Algunos plantearon la idea de una Escocia independiente, socialista, como si de alguna manera esto se vinculara con el apoyo a la independencia. 

Sin embargo, el “Sí” en el referéndum no debe confundirse en modo alguno con el socialismo o con la creación de una Escocia independiente y socialista. Para empezar, es utópico pensar que pueda haber una Escocia socialista aislada del resto de la Gran Bretaña capitalista (y del resto del mundo). Si era imposible crear el socialismo en un solo país en la Unión Soviética (que cubría una sexta parte de la superficie del globo), ¡entonces es claramente imposible en Escocia! (...)

En realidad, la transformación socialista de Escocia sólo podría tener lugar en un contexto británico (y europeo). Los movimientos de masas se producirían también en Newcastle, Liverpool, Sheffield, etc, así como en Glasgow. Una transformación socialista se daría a escala de toda Gran Bretaña, tal y como ocurrió con la lucha contra la Poll Tax. Sobre la base de una Gran Bretaña socialista, como parte de una Europa socialista (y más allá), una Escocia socialista sería posible. 

Hemos visto aquí los argumentos en contra de la independencia en base a principios socialistas. Es por ello que animamos a votar " NO", no por entusiasmo hacia el Reino Unido, sino con el deseo de ver el socialismo. Por supuesto el voto "NO" es insuficiente para ello. Necesitamos la unidad de la clase obrera británica armada con un programa socialista y un movimiento obrero de lucha. Por eso Socialist Appeal defiende una campaña socialista por el "NO ", así como la lucha por políticas socialistas en el movimiento obrero."                 (Rachel Gibbs y Michael Allan, In Defense of Marxism, Rebelión, 12/10/2013)

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