"Alfonso Guerra, congresista, ex vicepresidente del Gobierno (1982-1991) y ex vicesecretario general del PSOE (1979-1997), en una entrevista publicada este domingo en El Periódico:
[...] ¿Por qué no comprende el anhelo soberanista de Cataluña?
De Cataluña, no. De los políticos catalanes.
El millón y medio que salió a la calle el 11S no eran políticos catalanes.
Ese millón y medio estaba organizado, ¿no?
Respondió y responde, en gran medida, a aspiraciones de base.
¡Eso es radicalmente falso! Los movimientos de base son para que les
escuche un poder que no les escucha. Y aquí el que ha montado el
chiringuito se llama Artur Mas, que reivindica ser el máximo
representante del Estado para decir “pero me voy”, lo cual es una
incongruencia de Woody Allen.
En Cataluña hay un nacionalismo orgánico
al que se han sumado partidos, algunas instituciones y el nacionalismo
mediático. ¡Pero si Mas se presentó con ese programa y perdió 12
diputados!
Aumentaron los de ERC y la CUP. Hasta el jefe de su franquicia, el PSC, dice que su postura fabrica soberanistas.
Me da la impresión de que Pere Navarro tiene que arreglar la lente de
su cámara. Contra el que debe ir es contra Mas, que es el que habla de
separarse.
Quizá subestime la capacidad crítica de los ciudadanos, maltratados por una fiscalidad injusta.
El maltrato es el que reciben del nacionalismo orgánico.
Si se celebra una consulta podría cerciorarse de las voluntades.
Es fácil producir la confusión de la gente diciéndole “esto es lo
democrático”. Nosotros no vivimos en la etapa de Robespierre, ¿verdad?
Donde uno dice lo que hay que hacer y ya está. La convivencia pacífica,
no salvaje, se hace a través de normas.
Y las normas, aprobadas por
Cataluña con más votos que en Madrid, dicen que la Constitución
establece que esta es la estructura del Estado.
Un representante
político que estuvo en la negociación del Estatuto dijo que fue un
intento de cambiar la Constitución por la puerta de atrás. ¡Por la
puerta de atrás no se cambian las constituciones! Se cambian presentando
un texto para ver si tiene o no apoyos. Todo lo demás no es
democrático.
El derecho de los pueblos a decidir sí lo es, ¿no?
El derecho a decidir -que no existe en ningún manual- es el derecho a
que los demás no decidan, a que fuera de Cataluña no se pueda decidir
sobre la estructura del Estado. Si cambia la Constitución y se acuerda
que la legitimidad y la soberanía es solo de una parte y no del todo,
será así; pero se debe hacer siguiendo las reglas.
Lo demás es engañar a
la gente. A ver si tiene la deferencia de contestarme a esta pregunta,
¿cree que Cataluña ha tenido alguna vez un poder autónomo superior al
que tiene en la actualidad? (...)
¿Y? A mí no me gusta el nacionalismo porque es excluyente. Yo puedo
conocer la realidad de Cataluña sin vivir aquí. ¿Hay un fuego de la
verdad y los demás somos todos extranjeros que no podemos opinar? ¡No,
hombre, no! Un intelectual del nacionalismo orgánico ha dicho que ha
llegado el momento de que el que no sea independentista será considerado un traidor. Eso es el nacionalismo.
El que lo dijo fue un actor: Joel Joan.
Pues lo habrá repetido de un ideólogo. ¿Y ha habido alguna crítica del nacionalismo a esa frase? No.(...)
Aunque le diré una cosa: yo doy la mitad de mi vida para que un
nacionalista defienda el nacionalismo, y la otra mitad la doy para que
no lo consiga nunca. El nacionalismo es una restricción de la libertad
de los ciudadanos. Y yo lucho por la libertad de los catalanes, que
tienen derecho a que nadie les intimide. Dejen que la gente opine.
Se trata exactamente de eso.
¡Es que no se quieren leer la Constitución! Del artículo 166 al 169, les dice cómo hay que proponer un cambio. Que lo hagan." (lavozdebarcelona, 03/06/2013)
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