15/9/11

"... increíbles estretegias pedagógicas como hablarles en catalán siempre a padres inmigrantes que desconocen completamente el idioma... y en caso de necesitarlo, recurramos al… ¡lenguaje corporal!"

"Como decía, trabajo como maestro de Primaria desde hace cinco años, tres de ellos como funcionario de carrera en las afueras de Barcelona, y mi asombro respecto a este tema no deja de crecer día a día. La empatía es fundamental en toda relación humana y cuando sucede algo a nuestro alrededor que no acabamos de entender es fundamental ponerse en la piel del otro para intentar entender cómo piensa o cómo siente.

Así pues, si nos ponemos en el papel de un maestro que esté a favor de la inmersión lingüística obligatoria en catalán y pensamos que del global de horas que se dan en un colegio de Primaria, únicamente dejamos de hablar en catalán en tres sesiones (no horas) de castellano y dos de inglés, que todas relaciones internas entre compañeros “deben” ser en catalán ya que es la única lengua vehicular: ciclos, claustros, charlas informales (doy fe) y demás momentos comunicativos.

Si, además, la Consejería de Enseñanza de la Generalidad se dedica, últimamente, a mandar a toda una serie de lacayos, pagados con los impuestos de todos, que nos enseñan a los maestros una cosa llamada PIL (Proyecto de Inmersión Lingüística) cuyo objetivo primordial es mejorar el nivel de utilización social del catalán a través de increíbles estretegias pedagógicas como hablarles en catalán siempre a padres inmigrantes que desconocen completamente el idioma en todas y cada una de las reuniones que tengamos con ellos, y en caso de necesitarlo, recurramos al… ¡lenguaje corporal! o las herramientas digitales como los power-points, todo ello argumentado en la hipótesis de que llevan aquí el suficiente tiempo como para haber aprendido el idioma.

La verdad es que si estuviera a favor de la inmersión lingüistica obligatoria creería que el catalán no ha faltado estos años en la escuela. Si todas estas situaciones de exclusión absoluta del castellano en las aulas, y en lo que no son las aulas, no son suficientes para calmar las ansias de este profesorado monolingüe defensor de la inmersión, no entiendo nada y mi capacidad de empatizar se vuelve esquiva y empieza a cavilar que hay gato encerrado en todo esto. (...)

En la escuela no se iba a ser menos y, pese a la presión absoluta recibida por todos aquellos abanderados de la inmersión, algunos locos, maestros de segunda o incluso fachas, como se nos tacha en algunos foros de internet, creemos que ya basta, que ya está bien de justificar un sistema completamente unidireccional, intolerante y excluyente aludiendo motivos de cultura o bandera.

Ya basta de pensar que por el mero hecho de hablar castellano en casa se tiene el suficiente conocimiento del mismo como para volcar todas las energías en el catalán, pese a que los niños a nivel gramatical, ortográfico, etc., sean un desastre utilizándolo. Aquí nadie quiere eliminar a nadie ni a nada. La sentencia del TSJC pretende igualar ambos idiomas oficiales. Ninguno se merece mejor ni peor trato, sino el mismo."                      (lavozdebarcelona.com, 14/09/2011)

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