17/9/07

Trabajar para "el catalán"

“(…) Tener conciencia de país y, en consecuencia, un proyecto colectivo permite que cada habitante se pueda sumar libremente a ese proyecto. Sin proyecto global no hay nada a lo que sumarse. En ese caso en vez de trabajar para el país se trabaja para el inglés. Porque cada uno trabaja para sí, pero ese trabajo, si hay una sociedad viva, revierte en nuestro entorno, tiene rendimiento social, enriquece a todos.

Reflexiono sobre esto volviendo en avión de Barcelona. El pasaje son fundamentalmente catalanes que vienen pasar unos días a Galicia (dicen "a Galicia", no dicen a Santiago o A Coruña o Vigo; ven más que nosotros) y jóvenes gallegos que vuelven a casa. Los catalanes, mayores, jóvenes y niños, hablan catalán. Los gallegos, salvo alguna excepción, hablan castellano con nuestro acento. Se le pueden dar muchas vueltas a esto, tiene muchas lecturas y opiniones, razones históricas, económicas, sociológicas, familiares, sicológicas..., la leche en verso, pero quizá haya una muy simple: son jóvenes educados para emigrar, son personas que hemos formado para la exportación. No fueron educados para crear riqueza y recursos aquí, sino que son la continuación de generaciones y generaciones de gallegos que creen saber que aquí no hay futuro, que Galicia no es su futuro, y que el futuro, la vida, está ahí fuera en ciudades donde el gallego sólo nos sirve para la vida personal. (…)

No van a crear riqueza aquí, no van a trabajar para este país, enriquecerán con su creatividad y su trabajo a otros países que los reciban. Puede que algunos acaben en esa Barcelona y entonces, paradoja, para ascender profesionalmente tendrán que aprender catalán. Sí, hablarán castellano, o inglés, o alemán, o catalán cuando no hablan el idioma de su Galicia. Porque hay países que abren camino y otros que chupan rueda.” (SUSO DE TORO: Cataluña, Francfort, Galicia; El País, ed. Galicia, Galicia, 16-09-2007, pp. 38)

O sea, como los catalanes, como hablan catalán y “hacen país”, no emigran. Los gallegos hablan castellano ( seguramente eran de ciudad), no “hacen país” y emigran.

Los catalanes que vienen a trabajar a ZARA hablan castellano, pero ¿Qué país hacen?.

El estudiante que emigra a Madrid trabaja para la Seguridad Social universal, trabaja para todos, hace país, pero de 40 millones y no de seis, y en el futuro trabajará para la Seguridad Social europea). Así ayuda a pagar las pensiones de los campesinos de Lugo y las de los emigrantes gallegos (o andaluces) en Barcelona, y y trabaja para la Hacienda estatal de todos (y en el futuro, para la Hacienda europea), y ayuda a pagar el sueldo de los maestros de Lugo.

El estudiante que emigra al Pais Vasca, tiene que saber vasco, y trabaja para “el vasco”, porque sus impuestos se quedan en la Hacienda vasca, no llegan a las escuelas de Galicia. Y pronto los nacionalistas intentarán que pase lo mismo con la Seguridad Social, la “vasca”. Hace “país vasco”, nunca hará “país europeo”.

Dentro de poco lo mismo sucederá con el emigrante a Barcelona; tendrá que aprender catalán, y “trabajar para el catalán”, para el “país catalán”. Nunca para Europa.

El patriotismo constitucional se basa en la redistribución de la riqueza entre todas las personas y los territorios, para hacer una Seguridad Social universal en Europa, un estado del bienestar europeo.

La redistribución es para que territorios ricos y pobres se igualen, y todos tiren de la rueda, como hace Irlanda desde hace poco, gracias a la redistribución europea ( lo que también deberíamos estar haciendo ya los españoles).

Los jóvenes, bien formados, trabajan para las multinacionales… es donde encuentran instrumentos para hacer "su país".


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