24/7/07

Miedo, y luego silencio

“Hace 11 años, viví una semana en Hernani mientras realizaba un reportaje para EL PAÍS. Eran los peores años de la kale borroka. Todas las semanas se desarrollaba en el centro del pueblo una batalla campal entre ertzainas y jóvenes radicales.

Un combate cuyo objetivo era retar al Estado, abrasar a los policías, amedrentar a los sospechosos y "socializar el sufrimiento", según la estrategia de ETA. Había mucho miedo.

Un miedo físico, tangible, inmediato; al cóctel molotov o la paliza. A que te insultaran por la calle. Asaltaran tu negocio. Quemaran tu coche. A ver tu apellido en el centro de una diana. Gesto por la Paz nunca pudo trabajar aquí.

El lazo azul era impensable. Los concejales del PSOE fueron humillados hasta límites insospechados. No se libró de la violencia ni el entonces alcalde, José Antonio Rekondo, de Eusko Alkartasuna, al que se intentó linchar varias veces. Las miradas estaban impregnadas de odio y desconfianza.

Hubo gente que abandonó el pueblo. Pero en aquel lejano 1996, muchos vecinos y todos los políticos hablaron con este periodista. Muchos sin rostros ni apellidos. En hoteles del extrarradio. Pero hablaron. Hoy, 11 años después, el silencio en Hernani es absoluto.” (JESÚS RODRÍGUEZ: El silencio de Hernán; El País, El País Semanal, 22-07-07, pp. 44)

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