24/3/23

¿Qué queda de la crisis catalana? En términos generales, queda el residuo seco de su exageración. Tan descomunal que supone un psicoanálisis a la política catalana y española... No todos los políticos, ni todas las sociedades, pueden aceptar y participar de la mentira tanto tiempo y con tanta profundidad... En Cataluña está en juego una cultura nacida en 1981: el pujolismo, el catalanismo sustentado en la propaganda, y la propaganda sustentada en la amenaza non-stop de dejar de existir como nación

 "(...) 5- La agenda creada por la guerra, escondida debajo de la información y la desinformación sobre la guerra, desplaza a cualquier otra. Desplaza los problemas anteriores, de repente envejecidos. Por lo mismo, desplaza y hace un tanto lejana y cómica la legendaria crisis cat. ¿Qué queda de ella?

6- En términos generales, queda el residuo seco de su exageración. Tan descomunal que supone un psicoanálisis a la política cat y esp. En Cat la exageración consiste en la intensidad de la mentira emitida durante varios años. No todos los políticos, ni todas las sociedades, pueden aceptar y participar de la mentira tanto tiempo y con tanta profundidad. Tanta mentira habla de una crisis llamativa en la política y en la sociedad. Una crisis absoluta del catalanismo, de la que ya les hablaré otro día que esté más triste. 

En Esp, la exageración consiste en el exceso de sobreactuación, en modo huelga japonesa, del ámbito judicial, político, policial y regio, que dieron carácter de amenaza real al Estado a toda una serie de improvisaciones. El resultado es el desprestigio –incalculable, y aún no finalizado– de todas las instituciones participantes. La monarquía, por ejemplo, queda a la altura del betún tras meterse en política, y cede su futuro –o, al menos, lo que le queda de su prestigio– a una sola, dramática e improbable jugada: la verificación, cuando llegue el día, de que el rey, y la familia real, no aceptan la fortuna fraudulenta de su padre.

7- Lo divertido es que el descrédito de ambas escuelas de exageración no parará de crecer en los próximos meses, en tanto ahora ambas exageraciones están en manos europeas. En Cat está en juego una cultura nacida en 1981: el pujolismo, el catalanismo sustentado en la propaganda, y la propaganda sustentada en la amenaza non-stop de dejar de existir como nación. En Esp, el prestigio de la Justicia, incluso su calidad democrática. Pas mal. (...)"                    (Guillem Martínez   , CTXT, 3/03/2023)

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