11/5/22

Xavier Rius: Al final he entendido cuál era la arma secreta del proceso. No era la astucia de Mas, ni la dignidad ni la épica... Era la llorera... En el momento justo se ponían a llorar... Más valdría que llorasen por cómo han dejado Catalunya

 "Al final he entendido cuál era la arma secreta del proceso. No era la astucia de Mas -le quedó el sobrenombre del Astut- ni la dignidad ni la épica. Era la llorera.

En el momento justo se ponían a llorar. A veces para ablandar al contario, seducir al personal o simplemente eludir sus responsabilidades políticas. E incluso penales.

 La última ha sido Elsa Artadi. No le voy a dedicar ni una línea más, al menos de momento, porque ya lo hice en un artículo este sábado.

Pero creo que el primero que inauguró la moda -o la técnica- fue Oriol Junqueras el 17 de octubre del 2014. “Hagámoslo de una vez” dijo en alusión a la independencia antes de atragantarse. Como a aquel niño que, en el último minuto, le arrebatan el caramelo que tenía ante sus narcies y echa a llorar. Quiero destacar que era en Catalunya Ràdio. Que era como jugar en casa. Y ante Mònica Terribas, que tampoco es que sea Jiménez Losantos. O sí pero del independentismo.

 Al fin y al cabo ha acabado de vicepresidenta de Òmnium. Sin duda el lugar que le corresponde, pero desde el principio. Cuando era directora de TV3 ella también se emocionó durante una comisión de control del Parlament. 

Aunque Marta Rovira se lleva la palma. Porque después de decir varias veces, ante la puerta del Supremo, que “lucharemos hasta el final” y que “no nos rendiremos” salió por patas. 

Buch también se emocionó cuando lo cesaron de consejero de Interior. Pero es que la cosa el pilló por sopresa. Había montado un acto con la propia Mònica Terribas para lucimiento de ambos y se enteró entonces.

 Sin olvidar la abogada del mayor Trapero, Olga Tubau, que deslizó unas lágrimas en su alegato final. Cuando las vi hice un comentario malicioso a un colega suyo pero hay que reconocer que, voluntarias o finjidas, surgieron efecto: Trapero fue absuelto.

En fin, no es fácil llorar en el momento oportuno. Esto es como el dominio del tempo, una cualidad que está al alcance de muy pocos políticos. (...)

Pero llegado a este punto me asalta una pregunta: ¿éstos querían declarar la independencia?.

Ahora indepes de piedra picada como Bernat Dedéu o Santigo Espot empiezan a ver la estafa.

Yo la vi desde el principio.

En estos casos siempre pienso en el presidente Kennedy. ¿Ustedes se imaginan que durante la crisis de los misiles se hubiera puesto a llorar en vez de lidiar con el Kremlin y los halcones del Pentágono? Seguramente ahora ni usted ni yo estaríamos aquí. Habría estallado la III Guerra Mundial.

Por eso, menos llorera. A llorar a casa. Más valdría que llorasen por cómo han dejado Catalunya."                  (Xavier Rius, director de e-notícies, 08/05/22)

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