"Aunque parezca mentira que alguien pueda creer que unos alumnos que
reciben cero horas de español a la semana en educación infantil, dos en
educación primaria y tres en secundaria tengan un mejor nivel que
aquellos que reciben toda su educación en esa lengua, esta es una
creencia muy extendida en Cataluña. ¿Cómo puede llegar a suceder sucede
algo así?
Pues porque los diferentes gobiernos catalanes llevan 30 años
aplicando un plan de inmersión ideológica en las escuelas y necesitan
sostener que su sistema de inmersión lingüística es “un modelo de
éxito”, según su eslogan publicitario. (...)
Los partidarios de la inmersión lingüística sustentan la falacia del
mejor nivel de español de los alumnos catalanes que el resto de
españoles sobre tres argumentos: los resultados de las pruebas PISA, los
de la evaluación General de Diagnóstico y los de las pruebas de acceso a
la universidad. Veamos qué sucede con cada uno de ellos.
En primer lugar, PISA. Ellos esgrimen que los resultados en “lengua
española” de los alumnos catalanes está por encima de la media de España
pero la realidad es que en Cataluña esas pruebas solo se han hecho en
catalán, nunca en español. Además, para mejorar la media, se han
realizado malas prácticas como cuando en 2009 descartaron el 6% de
alumnos con alguna dificultad en lugar del 5% permitido.
En los exámenes
se infrarrepresentó en casi dos terceras partes al alumnado inmigrante
respecto a la realidad educativa catalana: de los 17,5% estudiantes
extranjeros, la muestra PISA recogió solo el 11,2%. Finalmente, la
muestra recogió a más alumnado de 4º de ESO de 15 años del que realmente
hay en las aulas ya que la muestra seleccionó una proporción del 76,7%
frente al 63,5% real por las repeticiones.
El segundo es que la media de los resultados de la Evaluación General
de Diagnóstico es superior a la española pero, como en el caso de PISA,
solo se hizo en catalán como se puede comprobar en este documento.
El último de los argumento de los exámenes de acceso a la universidad
pero cada Comunidad Autónoma realiza los suyos y los de Cataluña son
bastante más fáciles como se puede comprobar cotejando, por ejemplo, un examen catalán y otro madrileño.
Entonces, ¿por qué los diferentes Gobiernos de la Generalidad se
empeñan en mentir sobre este tema? ¿Por qué defienden un modelo que,
según los diferentes indicadores, es perjudicial para gran parte del
alumnado? Porque la inmersión lingüística es la clave de bóveda para
sostener el proceso de construcción nacionalista. (...)" (Sonia Sierra, Crónica Global, Lunes, 20 de octubre de 2014)
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