3/11/13

Las razones últimas del resurgir del sentimiento independentista escocés son, como casi siempre, económicas: el descubrimiento del petróleo

"(...) El independentista Partido Nacional Escocés (PNE) lleva años trabajando en su estrategia a favor de la independencia.

 Las razones últimas del resurgir del sentimiento independentista son, como casi siempre, económicas: el descubrimiento del petróleo en el mar del Norte a principios de los años setenta, que convirtió el debate sobre la devolución de poderes y competencias en el factor clave de la vida política escocesa, culminando con la obtención de la mayoría en el Parlamento escocés del PNE y la convocatoria del referéndum.

 Aquí el Gobierno de David Cameron no tiene un comodín, como tenían tanto el líder republicano John Boehner como Merkel (ambos sabían que, en última instancia, podían contar con la oposición para evitar el desastre, como así hicieron) y, por tanto, ante esta política de hechos consumados, el Gobierno de Londres ha publicado varios artículos detallando las opciones monetarias que tendría Escocia si se declarara independiente.

Escocia podría optar por negociar una unión monetaria con Reino Unido, adoptar la libra esterlina de manera unilateral, negociar el ingreso en el euro o adoptar su propia moneda. 

Con un análisis riguroso, concluye de manera clara que en todos los casos Escocia se encontraría en una situación económica manifiestamente peor que con el arreglo actual. Una unión monetaria con Reino Unido no sería una simple continuación del status quo, aunque pudiera parecerlo. Cameron ha dejado claro que, tras una eventual independencia, los intereses de Reino Unido y de Escocia lógicamente no coincidirán. 

Dada la desigualdad de tamaño entre ambos y la falta de control que tendría Londres sobre las políticas de Escocia, cualquier negociación tendría que basarse en la imposición de límites y en la asunción de control sobre las políticas económicas escocesas.

Tampoco está claro que a Reino Unido le interese un acuerdo con Escocia —como muestra la reciente crisis del euro, una unión monetaria sin integración política es fundamentalmente inestable—. Es decir, para que la unión monetaria fuera viable (y lo mismo se aplicaría a la integración en el euro), una Escocia independiente tendría que renunciar a su independencia en materias económicas. 

La única opción viable para mantener la independencia sería adoptar su propia moneda, pero para que fuera creíble, Escocia debería adoptar una política fiscal restrictiva para generar superávits, y probablemente reducir de manera significativa su sector financiero, que representa más de 10 veces su PIB, un múltiplo del de países como Islandia, Irlanda o Chipre antes de sus respectivas crisis. El coste económico de la independencia podría ser alto. (...)"         ( , El País, 27 OCT 2013 )

No hay comentarios: