"Gregorio Morán, escritor y periodista, en un artículo publicado en La Vanguardia, el sábado 10 de noviembre:
‘Siempre que aparece el nacionalismo en su forma institucional sé que están tratando de engañarme.
Lo aprendí en una escuela que duró muchos años y que se llamó
franquismo; entonces éramos autodidactas y nos dieron unas lecciones tan
intensas que nos convirtieron en licenciados. (...)
[...] Si a estas alturas de la película yo dijera que al honorable
Tarradellas no lo trajo ni la sociedad catalana ni el pueblo catalán
defensor de sus tradiciones, sino la derecha española aliada con un buen
puñado de inteligentes mediadores catalanes que entendieron que la
victoria de la izquierda en Cataluña, en la primeras elecciones de 1977,
no auguraba nada bueno para sus intereses, ¿me costaría un disgusto
patriótico? (...)
El próximo 25 no se dirime ni la independencia, ni el derecho a
decidir, ni el comienzo de una nueva etapa dirigida por los mismos que
han gobernado la vieja etapa durante décadas.
El próximo 25 se trata de
conceder a CiU el derecho a no explicar nada de cómo facilitaron la
ruina del país [por Cataluña] y cómo participaron en
las operaciones más corruptas de los últimos años. A mí no me roba
España, sé muy bien qué españoles me roban, pero como vivo en Cataluña,
entre los que me roban hay más catalanes que castellanos, santanderinos o
bilbaínos.
Un ejemplo. Carmen Chacón, o Carme –me son
indiferentes estas chorradas para patriotas descerebrados–, afirmó que
la sede de Convergència estaba bajo control judicial tras el desfalco
del Palacio. En una entrevista que le hizo Josep Cuní, Francesc Homs
–yo desconfío siempre de los tipos que llevan ropa impecable y luego se
ponen calcetines negros con zapatos de color– respondió que no era
cierto. [...]
¿Está embargada o no la sede de Convèrgencia a causa de la estafa del
Palacio? Uno de los dos miente, y si hubiera periodismo auténtico en
Cataluña alguien tendría que sacarnos de la duda, y cada cual asumiría
su responsabilidad. (...)
Contemplar a Artur Mas envuelto en la estelada es una de esas
frivolidades que tendrán su precio. Me atrevo a asegurar que cree menos
en la independencia que yo, porque a diferencia de algunos de nosotros
que sobreviviremos solos, por hábito y veteranía, él maneja un barco que
por muchos boquetes que tenga es todo lo contrario de un partido
independentista.
Ni derecho a decidir, ni independencia.
Se hará lo que ellos negocien a partir de la victoria del próximo 25.
El volumen de esa victoria dictará la arrogancia de sus pretensiones,
pero todo dentro de un orden, y con la impunidad de que nadie osará
citar el inmediato pasado.(...)
Tiene gracia el dirigente de las CUP (Candidatura d’Unitat Popular), la
más aparentemente radical de las opciones electorales. “La independencia
no es conservadora”. Santa simplicidad. La independencia no la vas a ver, porque ellos saben, ximplet, lo que se juegan en este envite. (...)
Metido el PSC en el Puente de los Olvidos, tratando de conservar al
menos los empleados sin demasiado dispendio. Hasta el cuello de
conchaveo y corrupción, porque la pomada se repartía y había que estar a
la que salta, patrióticamente hablando, por supuesto.
Despiertos
demasiado tarde los chicos de la bicicleta, por buen nombre Iniciativa
per Catalunya; que ya tiene mérito en una organización supuestamente radical e internacionalista. El territorio se repartirá entre la convicción convergente
y su pareja de hecho, Unió Democràtica. ¿Y Esquerra Republicana?
Esquerra nunca fue un partido sino un comedero desde los tiempos de
Companys, el de la muerte heroica y la irresponsabilidad política.
Es
como una empresa de intermediación que cobra altas comisiones, pero que
salva al propietario. Ocurrió con Barrera y Pujol, luego repitió
experiencia con Maragall y Montilla, menos experimentados, y que pagaron
un precio que les sacó de la bancada y les metió en una crisis de la
que aún no han salido.
¡Manda huevos que el voto del rechazo al sistema
en Cataluña sea el PP! Lo demás son cotufas en el golfo. ¿Y nuestra
prestigiosa inteligencia?’. (lavozdebarcelona.com, 19/11/2012)
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