14/3/22

Steven Forti destaca que tanto en el independentismo en general como en concreto en Junts, hay elementos de extrema derecha. Probablemente no mayoritarios, pero están ahí

 "Steven Forti destaca por una cabellera en cuyo interior se puede ocultar un presidente fugitivo, no veía una igual desde Alex Haley, autor de Raíces, dicho sea todo con la correspondiente dosis de envidia. 

Pero destaca aún más por lo que tiene debajo de la melena, una cabeza tan bien amueblada, que cuando habla de la Lega Norte los italianos le echan en cara que viva en Cataluña, y cuando habla del proceso, los catalanes le echan en cara que sea ​​italiano. Críticas que confirman que sabe de lo que habla. 

Y entre las cosas de las que habla, destaca, por ejemplo, que tanto en el independentismo en general como en concreto en Junts, hay elementos de extrema derecha. Probablemente no mayoritarios, pero están ahí. Acompañado del politólogo y profesor de la UdG Quim Brugué, Forti presentó ayer su libro Extrema derecha 2.0, en un acto organizado por Federalistas de Izquierdas en la Casa de Cultura de Girona, dentro del ciclo Diálogos para la convivencia ».

 Que la cosa sería más que una simple presentación de libro la dejó clara Brugué en su intervención, al remarcar que uno de los grandes peligros para la democracia es «la invocación del concepto pueblo, así, en singular». El profesor de la UdG también insistió en que debe reivindicarse la «imperfección de la democracia», porque si no, «no la salvaremos».

 Forti, por su parte, demostró que ha aprovechado poco más de diez años que lleva en Catalunya, para conocer bien este rincón de la península. Más allá de incidir en que la nueva extrema derecha no es fascismo porque juega con las reglas democráticas, aconsejó que más vale que nos acostumbramos a su presencia, ya que «ha venido para quedarse», con las circunstancias de cada país: «cada país da vida a la extrema derecha que necesita, son como una gran familia global».

 Las referencias al proceso, que él había obviado, salieron con las preguntas de los asistentes. Fue entonces cuando el historiador reconoció que existe extrema derecha en el independentismo y en Junts, pero que es sobre todo «nacionalpopulismo» similar al Brexit. Admitió también que hubo relaciones del proceso con Rusia «por los intereses comunes de debilitar a la Unión Europea». «De todas formas, algunos de Junts lo sabían, pero los otros son tan naifs que lo ignoraban», sentenció."             (Albert Soler  , Diari de Girona, 12/03/22)

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