7/5/19

La Generalitat de Torra usa a las víctimas del nazismo para su propaganda política... pura miseria moral




 "(...) Cualquiera que haya visitado un campo de exterminio de los muchos que llegó a haber en Europa y en los que murieron 6 millones de personas de hambre o desnutrición o gaseados o asesinados directamente por sus captores coincidirá conmigo en haber experimentado un sobrecogimiento que impide articular palabra durante un tiempo.(...)

 Por eso, desagrada aún más que una comitiva como la que hace unos días compareció en Mauthausen (junto con el de Auschwitz, posiblemente el campo de exterminio nazi más atroz de cuantos existieron) para homenajear a los catalanes muertos allí utilizara el acto para denunciar la prisión de los políticos que están siendo juzgados en España por un presunto delito de rebelión o de sedición en este momento.

El solo hecho de comparar, siquiera indirectamente, el asesinato masivo de miles de personas con la situación procesal de unos políticos que están siendo juzgados de acuerdo con la legislación de un Estado de derecho y con todas las garantías judiciales y de transparencia (se retransmite por televisión) ofende no solo a la inteligencia sino a los sentimientos de millones de personas para los que el genocidio nazi es la página más terrible de nuestra historia.

Traer a colación una situación política en un espacio como Mauthausen supone una banalización del mal que debería ser perseguida por ley como el negacionismo del Holocausto.

Hace mucho tiempo que ciertos sectores del independentismo catalán han perdido el sentido de la realidad, pero tanto las declaraciones de la representante de la Generalitat en Mauthausen como, en días anteriores, el intento de boicoteo del homenaje que el presidente del Gobierno español realizaba al poeta Antonio Machado en el cementerio francés de Collioure con ocasión del 80º aniversario de su muerte por parte de un grupo de independentistas traslucen una patología social que, más que estupefacción, provoca un escalofrío semejante al que el visitante siente al recorrer los campos de exterminio en los que 6 millones de personas, judíos pero también gitanos, homosexuales, comunistas, discapacitados físicos y mentales o simples antifascistas, entre ellos muchos republicanos españoles (catalanes o españoles, todos apátridas para los nazis, por cierto), fueron eliminados de la faz del mundo después de someterlos a una deshumanización completa. Alguien debe poner freno ya a tanta insensatez."               (Julio Llamazares, el País, 11/05/19)


"Lacitos amarillos en Mauthausen. Quien en Cataluña aspire a un cargo bien remunerado, debe cumplir sólo dos condiciones: llevar pajarita amarillo en el pecho y hablar siempre, en todo momento y en toda circunstancia, de los «presos políticos». La indigencia intelectual se valora pero no es imprescindible, basta con simularla. 

En Cataluña hay muchos con tan poco sentido del ridículo que a cambio de un buen sueldo aceptan quedar como pesados ​​e ignorantes. Sea porque el apetito empuja, sea porque se han acostumbrado a un tren de vida difícil de sostener trabajando, no faltan voluntarios dispuestos a prostituirse. No físicamente, sino intelectualmente, que es más miserable.

 No es extraño que una directora general aproveche un acto en Mauthausen para recordar que Romeva está en prisión. Da igual que ninguno de los que fueron encerrados en Mauthausen tuviera juicio, es igual que sufrieran hambre y frío, es igual que fueran torturados y asesinados por el solo hecho de ser de una raza en concreto, es igual todo: la directora general cobra un buen sueldo para a) ignorar todos estos hechos y b) mencionar sus «presos políticos». Y ya está. 

Se le podría recordar que Romeva está en prisión para jugar a hacer República sin apoyo ni de una mayoría de catalanes ni -sobre todo- del presidente que lo empujó al precipicio, o sea por idiota, mientras que los desgraciados de Mauthausen no tuvieron ni ocasión de renunciar a hacer nada, porque nada habían hecho.

 Todo esto no importa. Un cargo de la Generalidad debe hablar siempre de los presos. Si el alto cargo es de Memoria Democrática, recordando que los que sufren son nuestros presos y no los judíos de los años treinta; si es de Agricultura y Pesca, defendiendo la veda del pescado azul pero reclamando a los políticos catalanes; si es de Patrimonio, resaltando las similitudes del pantocrátor con el exiliado de Waterloo; y si es de Juegos y Tributos, organizando una porra para ver quién adivina la condena que se impondrá a los presos, y a la mierda Gorda. 

Ya que nos hemos especializado a ser el hazmerreír del mundo, hacemos bien de sobresalir en la tarea y mejorarla día a día, que el trabajo bien hecho no tiene fronteras, decía aquel.

Si Romeva tuviera vergüenza, pediría perdón por la obscena utilización de su nombre. Y si, como se sospecha, no tiene, al menos que asista al juicio con pijama de rayas. Para disimular, digo."          (Albert Soler, Diari de Girona, 05/05/19)



 "El Gobierno catalán ha querido usar este domingo un homenaje a las víctimas del nazismo en el campo de concentración de Mauthausen como altavoz de sus reivindicaciones políticas. 

En el epicentro austriaco de uno de los episodios más oscuros de la historia europea y donde miles de personas fueron ejecutadas, la directora general de Memoria Democrática de la Consejería de Justicia de la Generalitat, Gemma Domènech, ha aprovechado para poner en primer plano la situación de los nueve políticos catalanes presos.

A los encarcelados, que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo por organizar el referéndum ilegal del 1-O y por la declaración unilateral de independencia de 2017, se refirió como “presos políticos”, durante un acto de la Generalitat en el marco del gran homenaje internacional celebrado en el campo de concentración en el aniversario del día de su liberación, en 1945.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, que asistía a los homenajes a los republicanos españoles que fueron deportados a Mauthausen, abandonó el acto durante la intervención de Domènech en el conocido como muro de las lamentaciones. Después depositó una ofrenda floral y pronunció  un discurso ante el monumento a los españoles. (...)

“Estamos desarrollando un nuevo relato de memoria histórica que no deje a nadie fuera, para que los totalitarismos no vuelvan a repetirse y se respeten los valores universales, sin excluir a nadie”. Durante su discurso insistió en que "esto va más allá de nacionalidades. Aquí se negó la condición de ser humano. Aquí la civilización dio un paso atrás".

Junto a un muro coronado con alambre de espino y ante uno de los barracones que albergaron a los presos exterminados por el nazismo, Domènech ha dicho que “Romeva ha pasado 440 días en prisión en la triste condición de preso político; triste para la democracia”. La ministra Delgado ha decidido entonces abandonar el acto y continuar con el programa de homenajes en Mauthausen. Poco antes, en el homenaje de la Generalitat  se había cantado Els Segadors, el himno catalán. (...)

Hoy cinco de mayo se celebra en el campo de Mauthausen el reconocimiento y homenaje institucional a las víctimas del nazismo en el aniversario de la liberación por las tropas aliadas en 1945.

 Miles de personas procedentes de numerosos países se han dado cita en el campo austriaco para honrar a las víctimas del nazismo.

9.300 españoles fueron encerrados en campos de concentración nazis como este de Mauthausen. Un total de 5.117 fueron exterminados en estos campos de muerte. Los que llegaron a Mauthausen eran exiliados republicanos a los que la dictadura franquista despojó de su nacionalidad.

El Gobierno español ha instaurado el 5 de mayo como Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en campos de concentración y a todas las víctimas españolas del nazismo, a propuesta de la ministra Delgado. Cada año se celebrará como sucede en otros países europeos.

Uno de los actos a los que ha asistido la ministra Delgado esta mañana en Mauthausen fue ante la placa colocada hace dos años por Raúl Romeva, entonces consejero de Exteriores catalán y ahora en prisión preventiva por su presunta participación en los actos relacionados con el referéndum ilegal catalán.

En ese actos habló un grupo de alumnos de un instituto de Lleida y habló la directora general de Memoria Demócratica de la Conselleria de Justicia de la Generalitat, Gemma Domènech, que asistió con un lazo amarillo en la solapa.

Junto a un muro coronado con alambre de espino y ante uno de los barracones que albergaron a los presos exterminados por el nacismo, Domènech, dijo que “Romeva ha pasado 440 días en prisión en la triste condición de preso político; triste para la democracia”. La ministra Delgado entonces decidió abandonar el acto y continuar con el programa de homenaje en Mauthausen.

“Cualquier actuación de exclusión choca frontalmente con el espíritu que surgió de este campo de exterminio donde murieron defensores de la libertad”, dijo después Delgado, quien reiteró que el juicio a Romeva y al resto de procesados se está celebrando “con todas las garantías democráticas”. “Estamos desarrollando un nuevo relato de memoria histórica que no deje a nadie fuera, para que los totalitarismos no vuelvan a repetirse y se respeten los valores universales, sin excluir a nadie”.

Una joven estudiante, que ha venido con una delegación de su instituto de Huesca a homenajear a uno de los cuatro deportados de su pueblo, Peralta de Alcofea, mostraba su malestar por lo sucedido. “nos parece mal que se aproveche este acto para hablar de política. Esto sobraba”, considera Elisa Lanai, de 16 años.

Algo parecido consideró Enric Garriga, presidente de la Amical de Mauthausen, quien dijo sentir “malestar porque se mezcle la situación política. No toca”.         (Ana Carbajosa, El País,05/05/19)


" (...) La ministra, que participa en los actos de recuerdo a la más de 8.000 víctimas españolas del nazismo, abandonó el acto cuando la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, calificó de "presos políticos" a los miembros del Gobierno catalán en prisión preventiva.

"Esto es por todos los españoles", dijo Delgado, que regresó luego a la placa de la Generalitat para depositar un ramo de flores

La Generalitat instaló una placa en 2017 a las víctimas del nazismo y ese homenaje era uno de los numerosos a los que asiste la delegación ministerial para recordar a los deportados. Delgado recordó que los españoles víctimas del nazismo lo fueron por sus ideas de libertad y democracia, unos valores comunes a todos ellos más allá de su procedencia.

"Tiene que prevalecer que nuestros compatriotas, todos ellos, de cualquier región, de cualquier comunidad autónoma, compartieron esos valores que hoy queremos homenajear, dignificar y respetar", subrayó. Por ello, aseguró: "Cualquier actitud de exclusión contraviene lo que aquí se forjó, que fue la solidaridad entre demócrata". (...)

Poco minutos después de abandonar el acto ante la placa catalana la ministra depositó un ramo de flores ante otra placa de recuerdo a los españoles que fallecieron en Mauthausen. "Esto es por todos los españoles", dijo Delgado, que regresó luego a la placa de la Generalitat para depositar un ramo de flores."                 (El confidencial, 05/05/19)


Moltes gràcies i per la vostra dignitat, i per recordar al Conseller , pres polític d’Espanya. Gràcies per portar la veu del Govern de Catalunya en l’acte d’homenatge a tots els catalans i republicans de l’Estat asassinats a Mauthausen.




"Comentario Editorial:

  La Generalitat lanzó toneladas de lodo durante la celebración de un acto a los deportados republicanos durante el nazismo. Porque hablar de “presos políticos” en un homenaje a las víctimas de la barbarie más grande de la humanidad es indecente.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, abandonó el acto cuando la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, calificó de “presos políticos” a los miembros del Gobierno catalán en prisión preventiva.

Delgado devolvió la dignidad a un acto que el gobierno autonómico catalán había mancillado con su sectarismo.

La Generalitat hace años que se ha convertido en un gobierno sectario, que va de indecencia en indecencia. Usar un acto en un campo de concentración en memoria de los más de 8.000 víctimas españolas del nazismo demuestra, una vez más, su bajeza.

El gobierno de Torra ha demostrado que no respeta nada, ni a nadie. Sus miembros no son dignos de representar a todos los catalanes. No les importa premiar con el máximo galardón de la Generalitat a personajes intolerantes como Núria de Gispert, ni usar la máxima tragedia de la humanidad, las víctimas del nazismo, para su propaganda partidista."              (El Catalán, 05/05/19)


"No banalizar el nazismo. La Amical Mauthaussen pide no comparar a los presos con los prisioneros de los campos nazis
El presidente de la Amical Mauthaussen, Enric Garriga, ha pedido no “banalizar” el nazismo con mensajes políticos que no estén relacionados directamente con el Holocausto. Así lo ha dicho en una entrevista en TV3, al día siguiente que el Govern aprovechara el homenaje a las víctimas del nazismo para calificar de “presos políticos” a los ex consejeros en prisión preventiva.

“Por la dignidad propia de las personas y por la dignidad propia de la lucha, haríamos bien todos de centrar un poquito los mensajes que toquen en cada lugar y en cada momento”, ha asegurado Garriga, quien ha subrayado que “el mensaje que toca dar el cinco de mayo es de rendir homenaje a aquellas personas que lucharon contra el nazismo”.

“Cualquier otra cosa que se salga de aquí, nos parece que no es adecuado”, ha remachado el presidente de la Amical Mauthaussen, al tiempo que ha reclamado que”por favor, estemos por lo que estemos y vayamos a hacer las cosas que se deben hacer”.

“Esto no tiene comparación. Esto no lo podemos menospreciar, no lo podemos banalizar”, ha sentenciado Garriga, tras relatar que “en un campo de concentración es cuando se ve patente la crueldad humana, la indignidad que representó el nazismo, la indignidad que representó el maltrato los prisioneros”.               (e-notícies, 06/05/19)


"Marlaska acusa a la Generalitat de “indecencia intelectual” por su discurso pro políticos presos en Mauthausen.

 El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha definido como una  “indecencia intelectual” el uso “partidista” de la Generalitat del acto de homenaje a las víctimas del nazismo en Mauthausen (Austria).  (...)

“Es muy difícil encontrar la palabra exacta pero yo diría que es una indecencia intelectual”, ha asegurado Marlaska tras inaugurar la VIII Asamblea General del Observatorio Iberoamericano de Seguridad vial.

Marlaska no ha hecho más valoraciones de lo sucedido ayer en dicho acto en homenaje a las víctimas españolas del nazismo."                    (El Catalán.es, 06/05/19)

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