Xavier Rius: La hermana de Torra llevándose el cuadro de la sala de plenos en señal de agravio es de película. Por cierto: ¿Lo ha devuelto? La alcaldable socialista echándose a llorar. Hasta la candidata de JxCat poniéndo verde al president. ¡Carlismo, puro!. Albert Soler: la democracia de la república catalana sería eso. No nos queda más remedio que agradecer a quien corresponda que la cosa no prosperara...

"(...) ¡Haber dedicado el programa a las ingerencias de Torra en Santa Coloma de Farners, que estaba mucho más cerca!.

Su hermana llevándose el cuadro de la sala de plenos en señal de agravio es de película. Por cierto: ¿Lo ha devuelto?

La alcaldable socialista echándose a llorar.

Hasta la candidata de JxCat poniéndo verde al president.

Això va de democràcia, que decían

¡Carlismo, puro!. (...)"                                 (Xavier Rius, director de e-notícies, 19/06/19) 

 "Y la vergüenza se hizo carne

PLENO tormentoso. La naturaleza humana es tan peculiar, que probablemente allí donde la mayoría de la gente ha sentido vergüenza, sus protagonistas están hoy orgullosos de su actitud. Los protagonistas son muchos y diversos: desde el presidente de la Generalitat, hasta los concejales que tomaron parte en la infamia, pasando por la mesa de edad y el secretario municipal, y terminando con la manada que asistía al pleno de Santa Coloma de Farners

Curiosamente, la única vez que he estado en Santa Coloma de Farners en los últimos 10 años fue hace una semana, cuando pasé la tarde en el Magma, masaje incluido. Jacuzzis, saunas, piscinas de agua caliente ... Unas instalaciones pensadas totalmente para el relax. Intuyo que más utilizadas por los forasteros que los naturales de la ciudad, a los que a la vista del espectáculo ofrecido el pasado sábado, se les puede calificar de muchas maneras excepto de relajados.

Y sin embargo, o precisamente por eso, Santa Coloma de Farners pasará probablemente a la historia porque fue allí, un 15 de junio de 2019, cuando cayeron las caretas.

Cualquiera que quiera asistir al festival de caretas caídas, lo tiene fácil: no tiene más que visionar el vídeo de la celebración del pleno municipal, el ya famoso pleno municipal que debía servir para formar una coalición de gobierno entre JxCat, Independientes y PSC, como tantas similares que se formaron ese mismo día en otros pueblos y ciudades de Cataluña. 

En poco más de una hora hay gritos de todo tipo, insultos, llantos, una mesa de edad totalmente inoperante -cuando no claramente tendenciosa y parcial-, una candidata de JxCat y candidata a alcaldesa totalmente desbordada, revelaciones de llamadas de madrugada por parte del presidente de la Generalitat abusando de su cargo, familiares de este que se creen con derecho a descolgar cuadros oficiales y, en fin, un auténtico escrache en el teórico templo de la democracia de una población.

 Pleno o charlotada

Supongo que colocar de mesa de edad a Laurel y Hardy en versión femenina y de la CUP, ya era un indicio de que la cosa acabaría en charlotada. Y charlotada fue durante todo el tiempo.

 Miren el video, miren, o atiendan aquí, que yo se lo explico. No es ya que el pleno comience con las promesas que se repartían en algún Todo a 100, todas iguales y igual de vacías - «por imperativo legal, por una Cataluña políticamente libre y socialmente no sé qué ...» - en todas las poblaciones , no es sólo que Laurel y Hardy terminen con un «Viva la tierra», que a saber de qué tierra hablan, no es que ya de entrada, el público hace callar la portavoz socialista, Bea Ventura, con gritos de «fuera, fuera » en su primera intervención y lo mismo con el portavoz de los independientes. 

Es que sin ningún pudor ni vergüenza, la portavoz de ERC, Carme Dilmé, revela que la noche anterior recibieron la llamada del presidente de la Generalitat instándoles a pactar con JxCat. Y que el propio presidente telefoneó a este partido, por el mismo motivo. Se habla como la cosa más natural del mundo que un presidente del gobierno influya en las decisiones soberanas de un ayuntamiento.

 Mientras tanto, la gente grita en cada intervención, como si en lugar de en una sala de plenos, estuvieran en un campo de fútbol. La mesa de edad, ni se inmuta y permite todas las interrupciones e insultos. De hecho, las dos concejalas de la CUP se añaden a los gritos del irrespectable: «Libertad, presos políticos! Libertad, presos políticos! » Durante medio minuto. 

 Una de ellas -Oliver Hardy, porque nos entenguem- aprovecha una intervención para graznar que «tenemos que hacer esta república que todos queremos», sin que especifique si con el "todos" se refiere a su familia o incluye mascotas y vecinos.

 La candidata a la alcaldía, Susana Riera (JxCat), recuerda al irrespectable algo tan evidente como que «Torra no se ha presentado a estas elecciones», pero debe callar ante los gritos que tal afirmación provoca. No digamos nada cuando osa decir que el presidente «en ningún momento nos ha apoyado durante la campaña»: los gritos se escuchan desde la vecina Sils.

 Dos mujeres -parece que hermana y cuñada de Quim Torra- se levantan y descuelgan el retrato del presidente, que se llevan con ellas a destino desconocido, ante la sorpresa general. La mesa de edad -y el secretario municipal- siguen mudos - laissez faire, laissez passer-, Susagna Riera balbucea que «hay gente poco democ ...» y se detiene aquí, tal vez ha visto que son parte de la primera familia de Cataluña -lo que dice mucho de Cataluña. Añade que «si fuera otro les podría poner una denuncia», sin que quede claro si se refiere a si fuera «otro alcalde», «otro retrato» o «otro quien descolgara el retrato».

 Bea Ventura quiere hablar. Inútilmente. Le ahogan los gritos de «Eres muy facha! Eres muy facha! ». Llora. Nadie, ni una sola persona del pleno, la defiende. Mucho menos Oliver y Hardy, que sonríen. Termina intentando hacerse perdonar. Triste.

 La cara de circunstancias de Susagna Riera (JxCat), al final, al remarcar que «Quim Torra debería haber recordado que es el presidente de todos», reafirman que las caretas han caído.

La democracia de la república catalana sería eso. No nos queda más remedio que agradecer a quien corresponda que la cosa no prosperara."              (Albert Soler, Diari de Girona, 18/06/19)

"La sombra caciquil de Torra.

 “¿Para qué votamos si luego se hace lo que quiere Quim Torra? Han tirado la imagen del pueblo por el suelo”. Bea Ventura, edil del PSC, sigue dolida. Es lunes por la tarde, está en la plaza del Firal, en Santa Coloma de Farners (Girona), y trata de digerir el pleno del sábado que, en medio de un ensordecedor griterío del público, forzó la ruptura de un pacto entre Junts per Catalunya (JxCat), independientes y PSC. 

La edil lleva el documento que acabó siendo “papel mojado” y de su bolso saca el discurso que reescribió tras la alianza de última hora entre Junts y ERC, que se repartirán la alcaldía. “Un acto violento ha ganado a uno democrático en nuestra tierra”, dijo.

 Aunque Torra nació en Blanes, su familia es de Santa Coloma de Farners (12.000 habitantes). Allí viven su madre y su hermana, el president tiene su casa de fin de semana y es habitual verle en las ferias. Tras presentarse el pacto, Torra llamó el viernes a Joan Martí (ERC), alcalde en funciones, y a Susagna Riera (Junts) candidata a sucederle, porque veía inconcebible gobernar con el PSC.

 La primer edil se escudó después públicamente en que tenía el apoyo de Carles Puigdemont. El PSC, esa noche, ya temió lo peor.

 El pleno no pareció un pleno. Fue casi una asamblea entre ediles y el centenar de vecinos que aplaudían (a ERC y a la CUP) o interpelaban o abucheaban al resto. Riera recibió lo suyo. Llevaban imágenes de los políticos en prisión. En la protesta que se hizo en el pueblo tras el final del juicio ya hubo octavillas contra el pacto de “la vergüenza”. 

La casa consistorial es una declaración de intenciones: de su fachada pende la bandera española con un cartel que informa que está izada por imperativo legal. No faltan la estelada y el lazo amarillo. El 26-M, ERC logró seis ediles, Junts, cinco, e independientes, CUP y PSC dos cada uno.

 La sesión, dirigida por la edil de la CUP, la de más edad, duró hora y media. Hubo gritos de “¡libertad presos políticos!”, “unidad” o “manda el pueblo”. Ventura acató la Constitución por imperativo legal pero fue abucheada. A la media hora, una edil de ERC espetó: “Es el pueblo del muy honorable Torra ¿De verdad Susana queréis pactar con los del 155?”. 

 Riera replicó que el president no la apoyó en campaña y que ella se debía a Puigdemont. De pronto, la hermana y la cuñada de Torra retiraron la foto de su familiar, colgada junto a la del expresident. La bronca siguió y la anticapitalista suspendió el pleno hasta las 22.00 animando a Junts y ERC a pactar.

 El vídeo corrió como la pólvora. “No me dejaron casi hablar. No me he equivocado de partido como me dijeron. El secretario pudo haber desalojado”, lamenta Ventura, presidenta del comité de empresa de Dia y liberada por UGT. De ahí nace su amistad con Dolors Bassa, también miembro del sindicato, en prisión por el procés. 

No le sirvió de nada apelar a esa amistad, decir, casi llorando, que rechaza el 155 y que intentarán convencer a Pedro Sánchez de que indulte a los presos. “Yo estuve y sentí vergüenza”, dice Aroa, votante de JxCat. “No vi las imágenes”, apunta Jaume Lambier, jubilado. “Este pueblo es como un volcán. Y la política, peor que el Senado romano”.

Joan Martí, el exalcalde, disculpa a Torra: dice que solo hizo una “sugerencia” y que el pleno reflejó el “malestar general”. Y tacha de “error” que ERC no cumpla a rajatabla la unidad del independentismo. La alcaldesa admitió el lunes en la SER que supone que Torra intervino porque Farners es su pueblo y atribuyó la ruptura del pacto con el PSC a que los independientes tuvieron miedo de no hacer caso al president. 

Ayer aseguró que no es su caso. "Sin ellos perdíamos la mayoría", precisó. Pero Ventura cree que la alianza final fue una “coacción” y que ERC hizo “teatro”. De noche, el pleno votó a mano alzada a Riera —siempre se hace con urna— y, ante una concentración independentista, ella salió escoltada por la policía. Un día después, Torra dijo: “Ha habido pactos incomprensibles con partidos del 155. La única salida es la unidad estratégica y de acción de los que queremos la república”.               (Àngels Piñol, El País, 19/06/19)