15/4/14

CiU diseñaba, en 1990, una sociedad totalitaria al servicio del nacionalismo

"(...) Segunda: algunos pensamos que Gramsci tenía razón y que para obtener el poder político primero hay que conquistar el poder cultural. A mí se me antoja que la victoria de los separatismos en España es un ejemplo de libro de esta tesis… 
 
Efectivamente. Los nacionalistas catalanes se han distinguido desde el principio por su estrategia a largo plazo, por planear sus acciones con los ojos puestos en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones. Ya Rovira i Virgili explicó que el objetivo primordial debía ser la infancia.

 El periódico ¡Nosaltres sols! explicó en 1931 la estrategia a seguir con los niños: “La única solución sería la de instruirlos, algo casi imposible si pasan de la treintena: árbol que creció torcido, difícilmente se endereza.

 Pero si de las generaciones de ahora no podemos esperar gran cosa, ¿cabe pensar lo mismo de las que llegan y las que vienen? Los niños y los jóvenes son dúctiles como la cera, y adoptan la forma que se les quiera dar”.

Sesenta años después, en 1990, se destapó el documento interno de CiU que diseñaba una sociedad totalitaria al servicio del nacionalismo. 

 Porque, aunque en principio resulte difícil de aceptar, un régimen totalitario también puede nacer de las urnas y escudarse tras ellas. 

 ¿Cómo definir, si no, el proyecto, perfectamente llevado a cabo, de, textualmente, “incidir en la formación de los periodistas para garantizar una preparación con conciencia nacional catalana; introducir gente nacionalista en todos los puestos clave de los medios de comunicación; conseguir que los medios de comunicación pública dependientes de la Generalidad sean transmisores eficaces del modelo nacional catalán; crear una agencia de noticias catalana de espíritu nacionalista; impulsar el sentimiento nacional catalán de profesores, padres y estudiantes; reorganizar el cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza; vigilar de cerca la elección de este personal; incidir en las asociaciones de padres, aportando gente y dirigentes que tengan criterios nacionalistas; y velar por la composición de los tribunales de oposición”?

Todo el párrafo anterior es textual. ¿Cabe mejor definición del totalitarismo? Como ha revelado recientemente José Bono en sus memorias, Pujol explicó al ministro socialista Francisco Fernández Ordóñez que “la independencia es cuestión de futuro, de la próxima generación, de nuestros hijos. Por eso, los de la actual generación tenemos que preparar el camino con tres asuntos básicos: el idioma, la bandera y la enseñanza”.

Y, mientras tanto, los gobiernos españoles, tanto los del PSOE como los del PP, sin enterarse de nada cuando no colaborando con ello.(...)"         (Entrevista a JESÚS LAÍNZ, LA GACETA 02/04/14, en Fundación para la Libertad)

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