"Vengo repitiendo desde hace bastante tiempo que el
llamado problema catalán se circunscribe a la lucha por la hegemonía
electoral. Sobre todo, la pretendida hegemonía de ERC sobre la antigua
Convergencia Democrática de Catalunya, hoy PCAT. Ese y no otro (la independencia) es, realmente, el transfondo de todo este asunto.
El problema es que muchos de los actores –tanto centrales como autonómicos- no han sabido estar en su sitio y la situación les ha desbordado.
Si el Gobierno central hubiera aplicado el 155 el 6 y 7 de septiembre
del 2017, días en que las fuerzas nacionalistas (ERC,JXC y CUP) protagonizaron el golpe de estado blando, o dicho de otra manera: “la acción destinada a romper el orden constitucional por la fuerza”
pero no por la fuerza de las armas, como era normal en los siglos XIX y
XX, sino alterando el orden democrático y romper la voluntad popular
refrendada en las urnas, nos hubiéramos ahorrado muchos sinsabores. Ver
el libro de Marcos Roitman Rosenmann “Breve manual actualizado del Golpe
de Estado”.
No se entiende cómo quién era President de la Generalitat (Puigdemont)
no tiene la capacidad suficiente para aguantar los dimes y diretes de
sus correligionarios. Por mucho que le dijeran que era un traidor; su
posición demuestra que no tenía la capacidad suficiente para ser Presidente de la Generalitat.
El miedo le atenazó y no supo decidir y prefirió ser un cobardey marcharse antes de cumplir como debía. Eso sí, prefirió que fueran otros los que pagaran el precio, manteniéndolos en la cárcel como reheres de su política. (...)
Porque aquí parece que nadie se da cuenta de que el Tribunal Supremo “legisla” desde hace mucho tiempopues
se ha convertido en tercera cámara legislativa. Pero nadie en este
tiempo (en cuarenta años) ha querido poner coto a estas “prerrogativas”;
sobre todoporque a ellos no les tocaba.
Ahora que les toca es cuando claman al cielo. Cómo tampoco hablan de
que la doble instancia no existe para los aforados porque al legislador,
o sea, a los partidos políticos no les ha interesado cambiar la ley. (...)
Lo único bueno que tiene esta situación -si es que
tiene alguna- es que, al menos, la cancioncilla de “somos un pueblo” o
representamos a todo el pueblo catalán, ya no les parece tan clara. Las
dos últimas elecciones les ha demostrado que no sobrepasan el 50% de la
población que va a votar. Y se tienen que agarrar a la mayoría
parlamentaria.
Por eso, la única forma de solucionar este embrollo es
que el resto de partidos políticos gane las próximas elecciones
autonómicas o las que sean, porque de esta manera podrán apartarles de
los instrumentos que utilizan para seguir con el “proces”, aquellos que cada día y a cada hora nos martillean una y otra vez.
Hablo de la TV del Régimen (TV3) y demás cadenas afines. Y
cesar con la sangría de la ingente cantidad de dinero público que va a
parar a los medios de comunicación, tanto públicos como privados – en vez de dedicarlos a asuntos sociales de primera necesidad- para mantener en marcha el run run.
Nótese que unos de los primeros decretos que firmó el
actual Presidente de la Generalitat,y marioneta de Puigdemont, el Sr.
Torra fue una remesa de dinero (20,4 millones de “euros) para TV3, según
ellos para pagar el IVA que les exigía Montoro. Y porque sacándolos del
ejecutivo catalán perderán fuerza de todo tipo." (Juan Diego Hernández Valero. Secretario de Organización del Moviment Socialista de Catalunya. Crónica Popular, 06/07/18)
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