"(...) Ante nosotros 2015 promete. Promete un horizonte de reorganización y limpieza general, que ya hace falta. (...)
En Barcelona veremos, seguro, caras nuevas que deberán pactar para
que la ciudad deje de hacer de hucha de la Generalitat y vuelva a
ponerse las pilas. Descubriremos con esta elección hasta dónde llega el
enfado y la paciencia de unos barceloneses burlados, apaleados y
adormecidos.
El gran año electoral de fondo que se prepara en 2015 se completará con alguna resolución sobre la fantasía independentista. (...)
Como este 2014, Mas no saldrá de nuestras vidas: será inolvidable;
este fue el año en el que tantos sentimos bochorno por ser reconocidos
como catalanes.
¿Catalanes? ¿Aquella gente que durante 23 años dieron
democráticamente el poder a un señor que se dedicó a defraudarles
económicamente como confesó el mismo el 25 de julio de 2014? Catalanes,
¡almas benditas, llenas de bondad, miopía y mandra para
enterarse de las malas noticias producidas en su casa! 2014, sí,
inolvidable: nunca tantos catalanes se apercibieron del juego de poder
organizado a su costa.
Nunca tantos catalanes se quedaron con tres palmos de narices ante el
patrón de patrones, Jordi Pujol, confeso defraudador que abroncaba a
todos. Eso no se olvida; tampoco los enredos, trapacerías y astucias de
un Artur Mas con alergia al interés colectivo y a gobernar. Inolvidable
burla política. (...)
2014 ha sido, pues, un gran año. Hemos entrevisto las podridas tripas
de instituciones inmóviles. Se ha destapado una polvareda corrupta, ¡ya
tocaba! Las vergüenzas intuidas van apareciendo. Y ya no se pueden
disimular: la credibilidad de los corruptos alumbra un océano de
escepticismo y de madurez. El año 2014 ha abierto una limpieza de la
mano de jueces y de jóvenes motivados: es el legado con el que abre
2015.
Los ídolos caídos han encontrado contrapuntos. Nuevas caras emergen:
un rey, Felipe VI, dos socialistas llamados Sánchez y Díez, un profesor indignado,
Pablo Iglesias, un periodista naíf, Jordi Évole. Todos son jóvenes y
directos, dicen querer a los catalanes y ¿por qué van a mentir? (...)
Todos saben que vuelve a ser necesario hablar de clases sociales y
viajar para no entumecerse. Amanece una época prometedora, feliz 2015." (
Margarita Rivière , El País,
30 DIC 2014)
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