"Señalados por rechazar el independentismo. Tres concejales explican a Crónica Global los ataques sufridos en sus respectivos municipios por parte de radicales secesionistas. El despacho profesional de Enric Roig (PSC) en Tortosa (Tarragona) amaneció con pintadas tras la detención de Carles Puigdemont.
En Girona, a la hija de Manuel Vázquez
(Ciudadanos) le rajaron las ruedas del coche, mientras que en Torroella
de Montgrí (Girona) la casa de un militante de la formación naranja
apareció una mañana con pintadas de lazos amarillos y las palabras “pim,
pam, pum”. En Arenys de Munt (Barcelona), el concejal del PP Ramon Planas, y su mujer, Vanesa Muñoz, cargo local del PSC, han sufrido insultos y amenazas.
Enric Roig es portavoz del PSC en el Ayuntamiento de Tortosa y expresidente del Consejo Comarcal del Baix Ebre. Recientemente sufrió pintadas en su despacho profesional, Taller de Arquitectura. “Fue el domingo de Ramos por la noche, la tarde de los disturbios de Barcelona por la detención de Carles Puigdemont, aparecieron las pintadas”, explica a este medio de comunicación.
Enric Roig (PSC): "Me he sentido señalado"
“Me he sentido señalado por mi posición política
claramente no independentista, y en mi ámbito privado y profesional. Es
como una advertencia de ‘sabemos quién eres y dónde trabajas y te
identificamos para que todos lo sepan’. El independentismo dice ‘estás
conmigo o estás contra mí”.
Asegura que, pese a esos ataques, su "postura siempre
ha sido de diálogo y encontrar puntos de encuentro y huir de la
confrontación que hoy en Cataluña encarnan Ciudadanos y PP contra el
bloque independentista": "De sobras se me conoce en Tortosa y en las
Terres de l’Ebre por mi talante, dialogante y conciliador".
El pasado 27 de diciembre, Roig fue objeto de una moción de censura como presidente del Consell Comarcal del Baix Ebre, después de un pacto de dos años y medio con ERC
“en el que se había pactado que los temas soberanistas no serían motivo
de ruptura del acuerdo y más después de haber mantenido el compromiso
de apoyar los dos primeros años al presidente republicano”. “Se nos ha
querido excluir y apartar del ámbito público y ahora se nos quiere
también señalar y apartar de nuestro ámbito privado”, denuncia.
El socialista afirma que le han insultado por la
calle, así como "en medios de comunicación locales, públicos y privados,
en tertulias y debates": "Nos hemos tenido que ir de plenos municipales
ante los insultos de algún partido independentista y ante la
permisividad del alcalde".
Enric Roig presentó denuncia tras las pintadas porque "se trata de una amenaza" contra su "vida personal y profesional" y entiende que son "temas que se deben denunciar
ya que, a diferencia de lo que algunos piensan, estos hechos no van
implícitos con tener un cargo electo, ni se trata de una simple
gamberrada". "Creo que van más allá", apostilla.
El cargo socialista
cree que, en los últimos meses, se han intensificado ese tipo de
ataques. “Lo creo y lo sé por otros compañeros de partido de toda
Cataluña que en sus negocios, este verano, ya habían sufrido ataques, y
de locales del PSC que han sufrido pintadas u otro tipo de acciones”.
Asegura que “en Tortosa también se han dado estas
acciones a personas que no son cargos electos ni tienen relación directa
con la política, pero se han mostrado ‘en su vida privada’
manifiestamente no independentistas”. Roig afirma: “Nuestras vidas
siguen siendo las mismas de siempre, sin ningún tipo de temor a nada; yo
en Tortosa desarrollo mi vida pública y privada con absoluta
normalidad, como siempre”.
No obstante, reconoce que “la preocupación
familiar es evidente, y más cuando los ataques se efectúan sobre tu vida profesional que es tu fuente principal de ingresos.
Pero lejos de arrojar la toalla estos actos dan fortaleza para seguir
trabajando el día a día e intentar hacer entender que esta no es la
solución, que hay que apelar al diálogo y al consenso, nunca a la
confrontación”.
El concejal socialista agradece "las muestras de
apoyo --hoy mismo de un vecino— y de rechazo a este tipo de actitudes
independentistas". "Yo siempre digo que si esta pintada ha servido para
que algunos se den cuenta de que éste no es el camino y que hay que
buscar el acercamiento, bienvenidas sean, dentro de la gravedad que
supone esta acción", añade.
Planas (PP): "Me llaman facha de mierda"
Ramon Planas es concejal del PP en el Ayuntamiento de Arenys de Munt
(Barcelona) desde 2015. Este municipio se convirtió en una especie de
santuario independentista en 2009, cuando se erigió en la primera ciudad
en celebrar una consulta sobre la ruptura con España.
“A mí me han
llamado ‘facha de mierda’ o ‘hijo de la gran puta’ por la calle. Pero si
denuncias es peor porque Arenys es un pueblo y cada día te cruzas con
los agresores. Una vez me quejé, invocaron su derecho a la libertad de
expresión y negaron que fuera delito porque no faltaban a la verdad al
llamarme ‘facha”.
Planas explica que "toda" su familia es catalana:
"Incluso yo pienso y hablo en catalán. Todo es incoherente. Hay gente
que se autodenomina catalanista que me dice que me vaya de Cataluña.
¡Pues de mi tierra no me echa ni Dios! Ellos buscan la destrucción del
bien común. Practican el ‘divide y vencerás".
No obstante, el popular detecta una calma tensa en su
municipio. “Parte de los independentistas están tan cansados de todo
esto como quienes no lo somos. También quieren una solución. Son los
extremistas los que insultan a tu familia en las redes sociales o en la
calle”, precisa.
Planas, secretario de Relaciones Institucionales del
PP del Maresme y presidente de la Junta Local del PP de Arenys, está
casado con Vanesa Muñoz, vicesecretaria
primera del PSC en el Maresme y secretaria socialista de Igualdad.
“En
casa tocamos poco el tema político. Ella es abogada y muy purista en lo
que respecta a la aplicación de la ley. Pero discrepamos respecto a la
aplicación del 155. Ella es más moderada en eso”, desvela el concejal
popular, muy crítico con el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, tal como publicó Crónica Global.
"Convivencia"
El objetivo de Ramon y Vanesa “es la convivencia” y
ambos tienen muy claro que la política no es una profesión. “Ella tiene
su despacho, es autónoma y paga sus facturas. Y yo trabajo en una
empresa vinícola”.
Afirma que, mientras los independentistas se permiten
"decir barbaridades, colgar fotos e insultar sin que pase nada, al
revés no ocurre lo mismo". "Una vez colgué una foto en las redes con una
botella de cava 1551 a la que tapé el último 1. Se lió una tángana
impresionante", explica.
De la dureza de militar en el PP y vivir en un
municipio pequeño independentista da fe el hecho de que varios miembros
de la Junta Local de los populares en Arenys “no quieren repetir o no
quieren hacerse visibles.
Se trata en algunos casos de personas mayores a
las que insultan e increpan por la calle y piden un tiempo de
desconexión”. No obstante, asegura que hay gente joven que quiere
recoger el testigo en esta población, gobernada por ERC.
Vázquez (Cs): "Más fuerza para seguir luchando"
En el caso de Manuel Vázquez, concejal de Ciudadanos
en el Ayuntamiento de Girona, las amenazas se hicieron extensivas a su
propia familia. Su hija, también militante de la formación naranja, ha sufrido destrozos en su coche
en tres ocasiones.
“Primero le rayaron el vehículo con un
destornillador, después le pintaron lazos amarillos y, finalmente, le
rajaron las ruedas cuando iba a llevar a su hija al colegio. El coche es
de mi esposa, pero en esos momentos estábamos en Sevilla”.
Vázquez confiesa que este tipo de ataques “te duelen e
infunden miedo, pero mientras se quede en eso…”. No son casos aislados,
dice. El pasado 13 de marzo, los radicales pintaron lazos amarillos y la expresión “pim, pam, pum”
en la casa de un afiliado de Cs de Torroella de Montgrí (Girona). Era
el segundo ataque de estas características que recibía este afiliado
después que el 22 de febrero le pintaran lazos amarillos en la fachada,
el portalón del garaje y la puerta de entrada de su domicilio.
Lejos de tirar la toalla, el concejal de Cs en Girona
afirma que estas intimidaciones “te dan más fuerza para seguir luchando
contra la injusticia que supone la fractura social provocada por el procés”.
Confiesa que los políticos que no quieren la ruptura con España no
pueden "hacer una vida normal como los independentistas": "Ellos pueden
exhibir sus símbolos, organizar actos públicos. Nosotros, no".
Vázquez se muestra muy crítico con la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas
(PDeCAT), quien el pasado 25 de marzo lideró una concentración ante la
sede de la subdelegación provincial del Gobierno. “La gente que salía a
la calle estaba encendida, y encima la alcaldesa llama a la movilización
con el megáfono en mano”, denuncia.
Cree que la situación de crispación “se está
agudizando cada vez más. Cada vez hay más crispación, más odio”. Por
eso, afirma que su partido trabaja “para gobernar Cataluña y arreglar
las cosas. Los independentistas solo gobiernan para ellos”. (María Jesús Cañízares, Crónica Global, 21/04/18)
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