Director de e-notícies: Querido Pedro, estoy hasta los cojones. Con el procesismo he llegado lamentablemente a la conclusión de que no se puede dialogar. ¿Dialogar de qué?

"Querido Pedro:

He sido siempre un firme partidario del compromiso, del diálogo, de las terceras vías, del tender puentes. Al fin y al cabo la política es el arte de la negociación.

Hasta ahora. Estoy hasta los cojones. Con el procesismo he llegado lamentablemente a la conclusión de que no se pude dialogar. ¿Dialogar de qué?

Primero tienen que pedir perdón por el daño causado. De rodillas si hace falta. Tanto que dicen querer a Catalunya y la han dejado hecho una piltrafa. En los últimos meses se han vendido varias empresas emblemáticas: Abertis, Freixenet, Codorníu. Hasta CaixaBank se ha desprendido del 80% de su cartera inmobiliaria.

 Y ya no digo las que se fueron y no volvieron. Sin que, por cierto, el nuevo Govern -más preocupado por montar pollos en Washington- se haya pronunciado. ¿Cómo pueden tener los empresarios confianza en un país con éstos al mando?

Parece que ellos no tengan la culpa de nada. Son impunes e inmunes. Los buenos de la película. Pero si son los que nos han llevado al puto desastre. ¡Y ahora vuelven a la carga!

¿Acaso no recordamos a Joan Tardà admitiendo al día siguiente, de la aplicación del 155, que no había una "mayoría suficiente" a favor de la independencia. A Tardà pero tambén a Sabrià, a Simó, a Forcadell, a Ponsatí e incluso a Puigdemont. Iban entonces todos muy suaves.

¿Entonces por qué vuelven a empezar? ¿Quieren otro choque? ¿Otro 1-0? Ayer ya lo estuvieron recordando en TV3. ¿Pensaban que el Estado se quedaría con los brazos cruzados? ¿Que la UE nos acogería con los brazos abiertos? ¿Que la justicia no actuaría? Son como niños. Ahora van todo el día quejándose.

Ya nos acordamos de que Puigdemont llegó a posar con las cinco -cinco- notificaciones del TC como si fueran trofeos de caza. Pero si se reían en cuanto recibían una. O posaban en el Parlament en plan machotes. Como aquellos conductores que presumen de infringir el límite de velocidad y lo cuelgan en las redes. Hasta que los pillan.

Por eso, lo segundo que tiene que hacer es admitir de una puñetera vez que con el 47% de los votos no se puede declarar la independencia. Por favor, que dejen de hablar en nombre de todos los catalanes.

 Pero si deberían estar saltando de alegría. En las primeras elecciones al Parlament los únicos indepes entonces (Nacionalistes d'Esquerra) apenas alcanzaron 44.000 votos. Ni siquiera consiguieron escaños.

En cambio, el PSA (Partido Socialista Andaluz) -al que todos veían como el enemigo interior- obtuvieron dos diputados. ¡Ahora hay dos millones de personas a favor de la República catalana!. Es mucha, muchísima gente.

Sin embargo, con un censo electoral de 5,3 millones es evidente que no es suficiente. No puedes declarar la independencia de un estado que forma parte de la Unión Europea con sólo el 47% de los votos.

Para más inri, que se halla  situado en Europa occidental. Esto no es el Cáucaso ni los Balcanes. Las fronteras del viejo continente sólo se han cambiado en los últimos dos siglos a base de guerras o invasiones. Mal precedente.
  
Por eso, Pedro, deberías ponerte firme. Desde luego yo también estoy a favor de desescalar el conflicto, de acercar a los presos. Pero cualquier negociación a estas alturas tiene que partir de estas dos premisas. O te levantarán la camisa.

Yo pondría una tercera condición: que dejen  de hacer numeritos por el mundo. Da vergüenza ajena. Torra pasará de momento a la historia como el primer presidente de la Generalitat al que no permiten la entrada en un museo de Estados Unidos.

Lo que no entiendo es porqué salió y luego decidió volver a entrar. Pero ya lo hizo con los Juegos del Mediterráneo: ahora sí, ahora no. Estuvo una semana deshojando la margarita. No es el hombre la coherencia personificada. Juraría que tampoco la consistencia intelectual a pesar de la fama.

Firmeza pues aunque me duela decirlo. Porque hasta ahora habéis estado mariposeando. La rueda de prensa del Consejo de Ministros tras anunciar que rompían con la Casa Real fue muy tibia. Te confieso que soy yo el Rey y me cabreó.

Y la réplica a ese prodigio de la oratoria parlamentaria que es Gabriel Rufián en el Congreso fue entre algodones. Ya está bien de hacerse la víctima o de hablar no ya de "presos políticos" sino de secuestrados.

¡Lo de Revilla sí que fue un secuestro!. Yo lo cubrí como periodista y fueron 249 días. Creo que uno de los colaboradores condenados entonces ha acabado de abogado de Comín. El otro día decía el exconsejero que había sido una suerte que se lo recomendaran.

Tampoc pueden ir diciendo que el embajador en Washington -por muy del PP que sea- ha "insultado" a los catalanes o ha mentido porque lo único que hizo fue hacer de embajador. Buscan la polémica artificial, el lloriqueo, calentar el ambiente.

Pero si ni siquiera enviaron a nadie -ni de la Generalitat ni del Parlament- a la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno en Catalunya, la socialista Teresa Cunillera. ¡Y eso que votaron a favor de la moción de censura! Que manera de rebajar la tensión.

Por eso. Ya basta. Diálogo, sí pero desde la firmeza. Y me sabe mal decirlo. Me recuerdan a Puigdemont que iba diciendo "marxem" pero luego se quejaba de que no había diálogo. ¿Si te vas de qué quieres dialogar?

PD/ Perdone, presidente, el tuteo y el lenguaje soez."             

(Xavier Rius, director de e-notícies, 29/06/18)