"Dion evocó los principios que considera universales en el binomio
secesióndemocracia: “El ideal democrático alienta a todos los ciudadanos
de un país a ser leales entre sí, más allá de las consideraciones de
lengua, raza, religión o pertenencia regional.
En cambio, la secesión
pide a los ciudadanos que rompan este lazo de solidaridad que los une.
La secesión es un ejercicio, raro e inusitado en la democracia, por el
que se elige a los conciudadanos que se desea conservar y los que se
desea convertir en extranjeros”.
¿Significa esto que un Estado
democrático debe rechazar toda solicitud secesionista? No: “Ante la
voluntad clara de secesión, puede llegar a la conclusión de que
aceptarla es la solución menos mala.
Pero tiene la obligación de
asegurarse de que esa voluntad sea realmente clara, no contenga
ambigüedad alguna y no se proceda de forma unilateral, sino conforme a
derecho”. (RAFAEL JORBA, LA VANGUARDIA, 15.06.13, en Diari de Miquel Iceta, 15/06/2013)
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