"Arcadi Espada, escritor y periodista, el 30 de mayo de 2009 en El Mundo:

‘Sin embargo, aceptada la premisa sociológica y refrendada la condición de víctimas de los delincuentes, lo que yo creo que falta en la morcilla barcelonesa es precisamente sociología. Una cierta ampliación de campo. Hay una gran amenidad sociológica que pudo explorarse. En algún sentido francamente divertida. Era un gran momento para explicar que la normalización lingüística no había llegado a los quinquis y que en ninguna sucursal bancaria se ha oído nunca el grito «¡Mans enlaire!», esta anomalía sociolingüística que ha maniatado el realismo ficcional catalán, y que prueba, sobre todo, la tesis herderiana, esto es, que una lengua imprime carácter sobre quien la habla. (Al paso me gustaría saber cómo está el asunto: sé que los mozos de escuadra deben escribir en catalán sus atestados, pero no sé qué hacen con las citas textuales de los criminales, si es que las traducen o sigue sin hacer falta)’. (lavozdebarcelona.com, 03/06/2009)