1/2/19

El nacionalismo por definición es supremacista... En el fondo, por mucho que disimulen, es transparente su desprecio hacia el español medio, sobre todo al extremeño y al andaluz...

"(...) En un artículo de los años 60, Jordi Pujol llamaba “ejército de ocupación” a los catalanes con orígenes en el resto de España. En su opinión, ¿qué responsabilidad le corresponde a Pujol de lo ocurrido en Cataluña?

Toda. Desde que en 1980 tomó el mando, todo lo que hizo Pujol fue una labor de zapa, lenta pero continuada, para desembocar en la situación actual. Recuerde su lema: “Avui paciència, demà independencia”. 

Eso sí, siempre disimuló su interés independentista. Mostraba una absoluta deslealtad al Estado, pero daba una de cal y otra de arena. Fue perseverante, como todos los iluminados. Es uno de esos personajes que han venido a salvarte a uno de uno mismo. En eso se parecía mucho a Franco. Son gente que sabe hacia dónde tiene que dirigirse la patria, y lo que uno piense le importa un comino. 

Luego, tras años de disimulo, los nacionalistas se fueron desinhibiendo hasta llegar al actual vodevil que ha sido el procés. Pujol ya no está, pero todo lo que sembró durante 30 años ha germinado.

De todo esto también es responsable el Gobierno central, que nunca hizo nada. Trataban a Pujol como a un jefe étnico: mientras tuviese tranquila a la tribu, daba igual lo que hiciera. Seguramente, si no se hubiese vuelto independentista, seguiríamos sin saber nada de sus miserias fiscales. 

Sospecho que hubo una colaboración inevitable del Gobierno central, tanto del PP como del PSOE, que debió de decir: “Déjale hacer a ese en Cataluña lo que quiera, que lo necesitamos para aprobar los presupuestos”. Ciertamente, el Estado no puede sentirse orgulloso de su histórica desidia en Cataluña: abandonó a los catalanes no nacionalistas, que somos más de la mitad.

¿Y cómo valora la labor del actual president, Quim Torra?

Comparado con Pujol, el personal que está al mando ahora aún es peor. Pujol fue un iluminado y un estafador, y sus hijos una pandilla de delincuentes, pero al menos sabía idiomas y leía… pero el nivel actual es bajísimo. Es una desgracia, porque hemos ido cuesta abajo: de Pujol a Mas, de Mas a Puchi, y de Puchi a Torra. Visto lo visto, el próximo president habrá que ir a buscarlo directamente al reino animal.

La expresidenta del Parlament, Nuria de Gispert, ha conminado varias veces a Inés Arrimadas ha regresar a Cádiz. Recientemente, ha asegurado también que los problemas ferroviarios en Extremadura son culpa de la propia comunidad, que rechazó competencias porque era “mucho trabajo”. ¿Es su xenofobia un caso aislado dentro del nacionalismo?

No, el nacionalismo por definición es supremacista. Cuando dicen: “No somos peores ni mejores, sino diferentes”, en realidad lo que están diciendo es que son mejores. En el fondo, por mucho que disimulen, es transparente su desprecio hacia el español medio, sobre todo al extremeño y al andaluz. 

El mismo desprecio que había cuando se produjeron los flujos migratorios en los 60. No pueden ni respetar a una pobre gente que vino del sur en busca de una vida mejor. Les acusan de colonos, de haber sido enviados por Franco para destruir Cataluña. Al menos es lo que dice siempre aquella actriz senil, Montserrat Carulla. El supremacismo siempre ha estado ahí, e inevitablemente conlleva un racismo larvado.

 Luego, también hay un rencor acumulado de país que pudo ser y no fue. Aunque empiezo a dudar de que realmente hubiese voluntad de que Cataluña fuese un Estado. Y es que, si cuando se creaban los países, fuiste tan tonto de dejarte la mitad del tuyo en Francia y la otra mitad en España, quizá deberías dejar der protestar, ¿no? Entre lo de arriba y lo de abajo, Cataluña daba para un paisito, de acuerdo. Pero en su momento. Hay que saber pasar página.  (...)"                   (Entrevista a Ramón de España, Óscar Benítez, El Catalán.es, 29/01/19)

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