"Por un lado, Òmnium Cultural, entidad fundada en 1961, con el objetivo de fomentar la cultura catalana por medio de la enseñanza del catalán (...)
Por otro lado, en 1965, se creó la Associació de Mestres Rosa Sensat,
otra institución preocupada y ocupada tanto por provocar una renovación
pedagógica en el sistema educativo de Cataluña como por ‘catalanizar la
escuela’. Para ello, esta asociación utilizó las escuelas de verano,
los cursillos para maestros y sus publicaciones didácticas.
Estas dos instituciones trabajaron en la misma dirección
(‘catalanizar la escuela’), pero desde ópticas distintas, lo que llegó a
producir cierta tensión entre ellas. En un opúsculo de 1972, se expone
la filosofía de Rosa Sensat sobre la ‘catalanización de la escuela’ y el
papel de la lengua en el sistema educativo catalán.
Con argumentos de eficacia pedagógica y de necesidad psicológica,
se defendía, para los primeros cursos de escolarización (hasta los doce
o catorce años), el empleo de la lengua materna del alumno (catalán o
español) como lengua de enseñanza o vehicular en el sistema educativo
catalán.
En contraposición a esto, Òmnium Cultural proponía, y aún lo
sigue defendiendo hoy en día, una escuela sólo en catalán, desde el
primer día de escuela y para todos los alumnos; es la política del café para todos, sea cual sea la lengua materna o propia de cada alumno.
A la labor realizada por estas dos instituciones se debe añadir el
papel jugado por los ICEs de la universidades catalanas y, en
particular, por el ICE de la Universidad de Barcelona. En éste, bajo la
dirección de Miquel Siguán, se impulsó, a partir de 1970, una
investigación-acción de enseñanza experimental del y en catalán en la
Escuela Aula y en otros centros de Cataluña, con el fin de explorar ‘la
posibilidad y la eficacia de una enseñanza bilingüe’.
Y, por otro lado,
se organizaron anualmente, desde 1974, ‘seminarios sobre el bilingüismo y
la enseñanza bilingüe’. Las conclusiones de esta investigación-acción y
de estos seminarios, así como las de una comisión mixta
(Generalidad-MEC), que se creó en 1982 y de la que formaban parte
algunos de los participantes en los precitados seminarios (entre ellos,
Siguán), coincidieron con las tesis de Rosa Sensat: se debería impartir
una enseñanza de y en las lenguas oficiales (catalán y español); sin
embargo, las primeras enseñanzas se deberían hacer en la lengua materna o
propia del alumno, para introducirle progresivamente en la otra lengua;
en caso de que, en un mismo territorio, hubiera escuelas con distintos
modelos lingüísticos, se debería respetar la opción lingüística elegida
por los padres; el objetivo final debería ser el ‘bilingüismo
equilibrado’ y, para ello, era necesario actuar con tacto y
flexibilidad.
Estos precedentes prenormalizadores prepararon los primeros pasos
reales en la recuperación intensiva y extensiva de la enseñanza y del
uso del catalán en el sistema educativo de Cataluña.
Ahora bien, estos
primeros pasos fueron inspirados por las tesis psicopedagógicas de Rosa
Sensat y Miquel Siguán, que triunfaron sobre la propuesta simplemente
política y radical de Òmnium Cultural y que permitieron una primera
‘normalización flexible, racional y razonable’ de la lengua catalana en
la enseñanza no universitaria de Cataluña, entre 1975 y 1992.
Ahora
bien, esta primera normalización no tuvo larga vida y fue sustituida por una normalización radical, políticamente correcta, pero psicopedagógicamente criticable e inaceptable." (Manuel I. Cabezas González, lavozdebarcelona.com, 18/02/2013)
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