"Las elecciones anticipadas las carga el diablo. Artur Mas
gobernaba en solitario y con el apoyo implícito o explícito del Partido
Popular. Pedía una mayoría excepcional y ha recibido un castigo
excepcional. (...)
CiU confiaba en que los recortes y la crisis no le pasarían factura.
Ya lo creo que se la han pasado. Es cierto que hay una mayoría mínima de
fuerzas claramente soberanistas pero es difícil gobernar con las dos
patas, la nacional y la social, con la ayuda de otras fuerzas.
Artur Mas pasa por un momento crítico. Le auguro éxitos para el bien
de todos. Pero ha sido él quien ha cambiado el discurso tradicional de
CiU que ha llevado a un mayor número de votantes, un diez por ciento
más, a acudir a las urnas.
Ha ganado las elecciones pero sospecho que
esta legislatura también será corta, quizás tan corta como la que
terminó. En otros países, Artur Mas habría dimitido. Nadie es
indispensable. Ahora empieza un largo calvario.
Primero tendrá que protegerse del fuego amigo, el friendly fire,
que tanto daño causa en los conflictos. Segundo tendrá que pactar con
los socios que escoja. Nosotros solos no lo podemos hacer, ha dicho Mas.
Lo que hay que ver es quién arrimará el hombre y a qué precio." (Lluis Foix, 26/11/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario