10/11/12

Lo que sucede en Cataluña es lo contrario de lo que es deseable desde un punto de vista educativo. El objetivo prioritario de sus escuelas debería ser el de reflejar su realidad bilingüe, y equipar a sus alumnos para desenvolverse adecuadamente en ella

"Sin embargo, ¿cuáles son los intereses de los alumnos? ¿Cuáles son sus necesidades lingüísticas? ¿Qué es más útil para ellos? ¿Qué es más enriquecedor? ¿Cuál es el deseo de la mayoría de alumnos, el conocer y saber usar bien una lengua o las dos? 

Tal vez ha llegado la hora de pensar en los alumnos y en lo que es mejor para ellos.

Si analizamos la cuestión objetivamente, parece claro que las necesidades lingüísticas de los alumnos catalanes pasan por el aprendizaje sólido y en profundidad de ambas lenguas, el catalán y el español, además de un aprendizaje adecuado del inglés, cuestión esta de gran calado, pero que no discutiré ahora.

 Para poder realizar un aprendizaje de ambas lenguas oficiales en condiciones y de manera equitativa para todos los alumnos, estos deberían poder aprender ambas lenguas en la escuela (y no una en la escuela y la otra en la calle), recibiendo asignaturas en ambas, familiarizándose con la terminología académica de ambas y disponiendo del espacio para realizar trabajos escritos y presentaciones orales en ambas.

 El objetivo prioritario de las escuelas debería ser el de reflejar la realidad bilingüe de Cataluña y equipar a los alumnos para desenvolverse adecuadamente en ella. Aquí debería terminar su función en el campo lingüístico.

El sistema de inmersión que se practica en Cataluña es único en Europa. Ninguna otra comunidad bilingüe de Europa lo ha implementado. Todas ellas han optado por uno de estos dos modelos: una doble red de escuelas, como, por ejemplo, Gales, con una red de escuelas en galés y otra en inglés, o el modelo de escuela bilingüe o trilingüe, como Luxemburgo, donde todas las escuelas imparten la educación en las tres lenguas del país.

 Nadie nos quiere explicar por qué en Cataluña se ha optado por un modelo monolingüe obligatorio para todos los alumnos, inédito en el resto de Europa. ¿Qué razón pedagógica hay? Nos tememos que ninguna, que el motivo es de otro orden, el de siempre, político.
 
No es la escuela monolingüe sino la escuela bilingüe la más acorde con los estudios académicos internacionales sobre aprendizaje escolar de lenguas, estudios que ni un bando ni otro citan nunca.

 Expertos como Jim Cummins, Colin Baker o James Tollefson han demostrado en sus investigaciones que en las comunidades bilingües, la escuela bilingüe, a diferencia de la escuela en una sola lengua, es un modelo más integrador, más efectivo cognitivamente, más adecuado desde un punto de vista afectivo y posiblemente la única manera de proporcionar una alta competencia en ambas lenguas a la mayoría de alumnos.

Sin embargo, lo que sucede en Cataluña es lo contrario de lo que es deseable desde un punto de vista educativo: los alumnos se encuentran actualmente en fuego cruzado, supeditados a unos que les quieren catalanizar y a otros que les quieren españolizar. Los alumnos catalanes son claramente los grandes perjudicados por esta suplantación de su educación 

lingüística por ideología partidista. Por esta razón es necesario seguir insistiendo en que, tanto en Cataluña como en el resto de España, la educación debería estar únicamente al servicio de los alumnos y los programas escolares deberían guiarse solamente por criterios pedagógicos. En el caso que nos ocupa, sería una educación bilingüe catalán-español la que cumpliría con estos requisitos." ('Alumnos en fuego cruzado', , El País, 6 NOV 2012)

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